La central de As Pontes vuelve a quemar carbón mientras León mantiene 'escondidas' sus reservas para más de un siglo

La térmica se ha reactivado con la llegada de carbón de importación, mientras la provincia de León mantiene en su interior reservas que el propio sector minero cuantifica en suficientes «para atender a las necesidades energéticas de este mineral durante más de un siglo».

Según informa Europa Press, el director de esta central, Ignacio Sáinz, ha asegurado que «el grupo uno ya ha entrado en explotación y el grupo dos está en proceso de revisión para poder reactivarlo a primeros de 2023». Sáinz recueda que «la empresa ha aumentado la plantilla media de la planta hasta llevarla a unas 60 personas y se ha prorrogado los contratos de las auxiliares hasta junio de 2023».

Endesa solicitó el cierre total de la central a finales del año 2019. Desde entonces la térmica ha funcionado a medio gas según las necesidades del mercado. Dos de sus grupos ya estuvieron apagados durante todo el periodo, dado que no se había completado la adaptación de la planta a las exigencias anticontaminación de la normativa ambiental europea. El pasado mes de junio las calderas se pararon y la previsión era que no se iban a volver a rearrancar, pero las incertidumbres del mercado energético tras la guerra de Ucrania cambiaron el escenario.

El Gobierno central encargó un nuevo informe a Red Eléctrica para que determinase si la térmica era necesaria para garantizar el suministro eléctrico en España de cara al invierno. Finalmente el Ministerio de Transición Ecológica decidió en septiembre mantener operativa la mitad de la planta.

Los planes de la compañía pasan por poner en marcha sólo uno de los dos grupos operativos. Desde este lunes se quema carbón en el grupo 1 -de una potencia de unos 350 megavatios- y al que le quedan unos meses de funcionamiento. Durante ese tiempo se realizará la revisión de seguridad en el grupo 2, que lo sustituirá después.

Los planes a largo plazo siguen pasando por el apagado definitivo de la central. El Ministerio lo ha condicionado a dos premisas. Primero tiene que volver a ponerse en marcha el mecanismo de interrumpibilidad, por el que la gran industria se pararía en caso de que haya mucha demanda eléctrica en los hogares y el sistema no pueda abastecer a todos.

Además, tiene que volver a funcionar la cogeneración, un modelo por el que el calor de los propios procesos industriales genera electricidad. Desde Endesa se apunta que «ante una situación de crisis energética como la actual» la empresa eléctrica «pone en explotación dos de sus unidades de producción», a pesar de que «nuestra estrategia no ha variado, ya que Endesa mantiene su compromiso de descarbonización para el año 2040 y sigue apostando por las energías renovables».