Un ataúd y cinco cuerpos cubiertos con sábanas a las puertas de los Juzgados de León. I. S.

«Ahí los tenéis, lo que habéis hecho»

Cinco cuerpos cubiertos con una sábana y un ataúd reciben a los acusados a las puertas de los Juzgados de León | Las familias de los seis mineros fallecidos piden justicia ante una de las últimas sesiones

I. Santos

León

Miércoles, 29 de marzo 2023, 09:34

Hace casi 10 años en el pozo Emilio perdieron la vida seis mineros y casi una decena de trabajadores quedaron heridos y con secuelas de por vida. Una de las mayores tragedias de la minería leonesa que se juzga desde hace casi dos meses en ... los Juzgados de León.

Publicidad

Desde el día que se inició el juicio las familias de los fallecidos han acudido puntuales a las puertas de los Juzgados para pedir justicia y seguir la sesiones desde allí. Una enorme pancarta blanca con las letras en negro 'en recuerdo' a los fallecidos, aunque ellos los tienen muy presentes en su día a día. Sus padres, esposos e hijos que desde el 28 de octubre de 2013 no pudieron volver a casa, el grisú no les dejó.

Cada día de juicio a las puertas estaban ellos. Con el frío de las mañanas y la angustia de seguir recordando lo que allí pasó. No faltaron ningún día. En este martes, cuando se continúan las conclusiones definitivas lo han vuelto a hacer. Pero esta vez han querido que los acusados sientan un poco el dolor que ellos sienten cada día, han querido mostrar que están allí porque seis personas han perdido la vida y se juzga la implicación de otras 16 en ese accidente. En unos días la jueza tendrá las claves para determinar si tuvieron en su mano evitar seis muertes y no lo hicieron.

Cinco cuerpos y un ataúd

En esta fría mañana, a las puertas del Juzgado estaban ellos. La familias y los seis fallecidos, al menos, su representación. Un ataúd y seis cuerpos cubiertos con sábanas blancas daban la bienvenida a los Juzgados de León. Con el Santa Bárbara bendita de fondo y la piel de gallina,

A la hora prevista llegaban los acusados y desde el fondo de la calle ya se veía una sonrisa burlona en el rostro de algunos de ellos. Otro, Carlos Conejo, sacaba un teléfono móvil para grabar la situación que también estaba quedando registrada por este medio de comunicación. «Ahí los tenéis, lo que habéis hecho», gritaba una de las mujeres con la voz temblorosa.

Publicidad

Impotencia y rabia. Las familias no entienden cómo después de haber perdido a sus seres queridos tienen que aguantar «que se rían de nosotros» y todo ello, aseguran «porque no tienen corazón».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad