Cuadro de consumo para la producción eléctrica (en marrón, el carbón).

Cuando el carbón manda

La caída de la generación de energía producida por el sector eólico y por la producción hidráulica multiplica el valor del carbón | La 'reserva estratégica' cae a mínimos

J.L.B.

Martes, 24 de enero 2017, 19:44

El carbón es un activo. Más allá de la situación de parálisis en el sector, de la falta de incentivos o de la ausencia de una clara hoja de ruta que permita garantizar un mínimo estable se impone una realidad: sólo el ... carbón es garantía energética.

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Así se demuestra en las últimas semanas en las que las térmicas están liquidando su almacén estratégico de mineral a pasos agigantados por el incremento en el consumo de mineral.

El carbón manda en la producción de energía y lo hace impulsado por la ausencia de viento y la consiguiente pérdida en el poder generador de las eólicas y por la caída a mínimos de la producción hidráulica al encontrarse los pantanos sin el agua que permita mantener el nivel generador de electricidad.

El carbón como garantía

Así el carbón ha pasado a ser la principal fuente de energía para la creación de electricidad en un mix donde sólo el mineral y los ciclos combinados pueden ser 'gestionados'.

Con las centrales térmicas funcionado a pleno rendimiento, para el Ministerio de Industria y las eléctricas, tan sólo tiene cabida el carbón internacional en las humeantes chimeneas de las térmicas de la provincia.

A pesar del descenso considerable de las 'pilas' de carbón situadas en los aledaños de las térmicas, el carbón nacional sigue sin tener un hueco estable en la producción de energía eléctrica.

Actualmente la aportación de carbón autóctono a las térmicas es prácticamente nula, ya que la diferencia de precio de los ofertantes dista, en más de un 30%, en el precio de la tonelada de lo ofrecido por los demandantes, a pesar de estos están comprando el carbón internacional en torno a los 80 euros la tonelada.

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Del 8% hasta el 20%

Según los gráficos de Red Eléctrica Española, hoy el carbón supone el 20% dentro del 'queso' de la generación de energía eléctrica, muy por encima del 17% que suponen los ciclos combinados, o del 16,7% de la eólica.

En comparación con el año anterior, entonces el carbón aportaba el 8% del total de generación siendo la eólica la que más aportaba con un 33,6%.

La comparativa deja meridianamente claro que el carbón es la una de las fuentes de energía que es capaz de soportar cualquier situación de stress en cuanto a generación de energía se refiere, siendo una garantía al ser 100% gestionable.

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