La fortuna, en ocasiones, fija su punto de mira en un lugar. Una localidad del pirineo leridano, Sort, se hizo famosa por su particular 'estrella' con el sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad. Pero no hay que irse tan lejos para encontrar un «pueblo de la fortuna».
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«Eso es mucho decir», comenta, entre risas, Cristina Manso. Ella es la regente de la administración de Loterías y Apuestas del Estado de Boñar, la localidad de la provincia de León donde más veces ha 'caído' el Gordo: 1988, 2014 y 2020. «No nos podemos quejar, la verdad. No sé qué tenemos pero, ante todo, lo que hay en este pueblo es mucha ilusión», explica.
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El 21.583 en 1988, el 13.437 en 2014 y el 72.897 en 2020 han sido los números que regaron de fortuna y felicidad a esta localidad del Alto Porma que, además, ha dado dos quintos premios – uno el año pasado – y un cuarto. «Para ser un pueblo que no llega a lo 2.000 habitantes está muy bien. Creo que no son números acordes con la cifra de habitantes, pero dan ilusión a esta zona de la montaña leonesa», señala Manso.
La lotera boñarense destaca que la venta se ha producido «en ventanilla», por lo que «puede haber sido cualquiera». «Le ha tocado a gente de la zona y a visitantes. Pero han sido siempre números que nos dan solo un año. Tenemos números que tenemos abonados en todos los sorteos, si tocara en uno de esos significaría que son para gente de la zona», explica Cristina Manso.
Lo que sí han notado en Boñar es un incremento de clientes, «son cosas que pasan». «Después de dar el Gordo, tenemos más afluencia de clientes para el sorteo del Niño y para el sorteo de Navidad del año siguiente. Dar un premio es una publicidad fenomenal», destaca Manso.
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Porque, insiste la lotera de Boñar, dar un premio es una «alegría enorme» aunque «yo no me lleve nada». «Pero escuchar que te agradezcan tanto el premio y que tú, sin hacer mucho, puedas ayudar tanto a la gente, es una sensación increíble, una recompensa a todo el trabajo de meses. La suerte de los loteros es dar premios», afirma.
Y, ahora, tiene ganas de que llegue el 22 de diciembre, «es el día de la ilusión, un día mágico». «Ojalá vuelva a caer algo en Boñar, sería muy especial y lo viviríamos como que fuese el primero. Es algo a lo que no acostumbras y ojalá revivamos esa sensación. Para una zona rural, supone mucho», expone.
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Boñar aguarda, un año más, el 22 de diciembre, ese sorteo mágico de la Lotería de Navidad que ya se ha fijado en ellos en tres ocasiones y que, por qué, puede ser otra vez el pueblo leonés de la fortuna.
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