Vuelta triunfal al ruedo leonés

Tarde soleada en León, que volvió a disfrutar de los toros como nunca. El cartel atrajo a un público entregado que deseaba volver a disfrutar de las corridas de las Fiestas de San Juan en un año complicado para los espectáculos taurinos.

Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares eran los tres diestros que este sábado componían un cartel de excepción en El Parque. La Plaza de Toros de León registró más de media entrada, con las restricciones, en una tarde de ilusión. Cerraban los tres toreros el paseíllo con una sonora ovación tras el el himno nacional.

Aplausos que se quedaron en nada a lo largo de la tarde. Ovaciones, orejas y a hombros por la puerta grande. El toreo volvió a León para lucirse.

El primero en conquistar León fue Morante de la Puebla con un toro de Domingo Hernández, de nombre Polizón, que entró al ruedo flojo y sin fuerzas. Destacable la actuación del diestro al capote, que con algunas verónicas de calidad demostró su valía. Se esforzó al natural, dejando algunos pases que arrancaron los olés del público, pero el toro se rajó demasiado pronto, desluciendo la faena. Morante, de canela y azabache, se llevó la ovación del respetable en su saludo desde el tercio.

Le llegaba el turno a El Juli, vestido de nazareno y oro, que anticipaba a León que en esta tarde iba a brillar. Segundo toro de buena presencia, grande y con embestida, de nombre Cogemoscas de la ganadería de Garcigrande, permitió un discreto lucimiento del diestro madrileño tanto al capote como a la muleta. Encandiló Julián con un cambio de mano y un arrimón. Pinchazo y media estocada. El presidente, generoso, concedió la primera oreja de la tarde al esfuerzo de El Juli.

A la tercera va la vencida. José María Manzanares cuaja una faena de muleta con profundidad y temple con sabor añejo. El diestro de marino y oro, el toro aplomado al duro albero, de Domingo Hernández. Muy despacio con la mano derecha y series de naturales que recuerdan a las grandes tardes. Estocada hasta la bola, que le sirve para cortar las dos orejas y asegurarse la puerta grande. De casta le viene al galgo.

Morante salió a por el cuarto espoleado por los trofeos concedidos a sus compañeros de terna. El toro de Domingo Hernández, de poca presencia, dio juego en el capote y permitió que el maestro de La Puebla dejara su sello de calidad en el coso leones. Pinchazo al entrar a matar, que el publico, festivo, obvió, concendiendole las dos orejas. A hombros por la puerta grande.

El Juli y Garcigrande. Garcigrande y El Juli. La conjunción perfecta, otra vez. Magnífica faena del diestro madrileño al toro de la ganadería salmantina, de juego variado y que mantuvo la atención de publico en todo momento.

Faena de mano baja y dominadora, de figura. Estocada entera que le vale las dos orejas y acompaña a sus compañeros de terna a hombros en una tarde para el disfrute de los leoneses.

Manzanares no pudo lucirse con gusto para despedirse de León. El sexto toro lesionado al inicio de la faena de muleta, impidiendo cualquier tipo de lucimiento. El publico exigió la devolución con insistencia, a pesar de ir contra el reglamento. El presidente acertadamente no la concedió. Corto el alicantino por la vía rápida pidió la espada, estocada y a otra cosa.

Tarde de oro en León que lleva a la terna a salir a hombros de la plaza. Tres orejas paseó El Juli con un toreo de poder, dos para Morante que bordó el cuarto con exigencia y otras dos orejas paseó Manzanares que demostró la calidad en el tercero y quedó con ganas en el último. León vibró y disfrutó en la primera corrida de las fiestas de San Juan y San Pedro.

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