Vuelta al coche con hidrogel en la guantera

La seguridad en la carretera es fundamental, pero no lo es menos, en estos momentos, cuando estamos fuera de ella.

De lo primero ya se encargaban en las autoescuelas de León, y la covid-19 les ha obligado a tener en cuenta también la segunda parte.

En la Autoescuela Colón han tenido que activar nuevas normas sanitarias que ha reducido los grupos de clases de 18 a seis personas, se ha reforzado la limpieza y las prácticas cuentan con un aplicado protocolo para garantizar que el coronavirus no circula por ninguno de sus coches.

Nos subimos a un coche no sin antes ponernos el cinturón y la mascarilla. La clase se imparte sin mayores novedades, pero una vez que llegamos al destino nos obligan a desinfectarnos las manos y el profesor se encargará de hacer lo propio con unas toallitas especiales para vehículos. Revisado el cinturón, el volante, la palanca y los espejos, el turismo está listo para un nuevo alumno.

Pero no acaban aquí las restricciones derivadas de la crisis sanitaria. Las autoescuelas esperan que, a partir de la próxima semana, se recuperen los exámenes teóricos de puntos y mercancías peligrosas. También se retomarán los de aquellos que quedaron a las puertas de examinarse por primera vez del carné de conducir.

Las salas de éxamenes también tendrán que reducir su número de puestos, que pasará de los 20 actuales -con 18 en uso- a un total de seis por sesión.

En cuanto a las prácticas, se está dando prioridad a los que ya habían aprobado la teoría antes de la pandemia o gente que reside fuera de León.

A finales de mes, en RACC Autoescuela Colón tiene previsto llevar a los alumnos a sus primeros exámenes prácticos. Aquí, tienen una lista de espera de un centenar de personas que esperan la autorización de Tráfico para enfrentarse a la prueba.

También se han restringido el número de exámenes diarios, que ha pasado de doce a diez, y tan sólo un alumno, el profesor y el examinador serán los que ocupen el vehículo.