Las viviendas turísticas de León crecen un 20% en tres años tras expandirse por la provincia

En tan solo tres años este tipo de alojamientos ha crecido en la provincia de León un 20%. En el año 2020 existían en León 1002 viviendas turísticas, frente a las 1226 de 2023, según datos datos del Instituto Nacional de Estadística.

La capital leonesa es el lugar que más estancias tiene de este tipo con 447 en 2023, un 10,3% más que hace tres años. Le sigue Ponferrada con 128, ganando un 20% en tres años. Astorga cuenta con 55 viviendas turísticas, cuando hace tres años tenía 33.

Una expansión que también ha conquistado el turismo rural, poco a poco, empresas como Airbnb ya operan en pueblos leoneses algo que desde las asociaciones de turismo rural no valoran positivamente. «Para una misma modalidad de alojamiento, que no deja de ser una casa en un pueblo, las condiciones de la ley de turismo rural son muy severas y en cambio, si vas por la normativa de viviendas turísticas son demasiado laxas», apunta el leoneses Jesús del Rio, vocal de Asociación Nacional de Turismo Rural.

Los dueños de casas rurales señalan como «competencia desleal» este tipo de oferta turística que exige «menos tramitación y requisitos» y en la que el consumidor «cuando busca un alojamiento en el pueblo no entiende cual es la diferencia entre vivienda de uso turístico y casa rural, lo que si entiende es el precio y ellos se pueden permitir ponerlo más barato», señala el leonés Jesús del Rio.

Ante esta situación, Jesús del Rio, afirma que ya se están dando casos de casas rurales que se han convertido en viviendas turísticas.

La Asociación Nacional de Turismo Rural exige que se tomen medidas para solucionar esta problemática. «Los alojamientos turísticos tienen sentido que se aplique en las zonas urbanas para legalizar un vivienda que se alquila por días y sacar a la luz este tipo de alquileres pero en los pueblos ya existe una legislación para el turismo rural», expresa del Río.

Este leonés apunta como posible medida «limitar las viviendas de uso turístico a municipios de más de 3.000 habitantes de la misma manera que el turismo rural no se puede hacer en pueblos de más de 3.000 habitantes».

En este auge de las viviendas turísticas en zonas rurales destaca el caso de Pueblo de Lillo con 76 alojamientos frente a los 46 de hace tres años. El turismo invernal, al tener próxima la estación de esquí de San Isidro ha propiciado que la apuesta por este tipo de alojamientos haya aumentando su oferta.

Algo similar sucede con Villablino cuenta con 35 viviendas turísticas, un 65% más que hace tres años.

Otras localidades que tienen un alto porcentaje de viviendas turísticas son Vega de Espinadera con 15 al igual que Villafranca del Bierzo. También La Pola Gordón con 16, Riaño con 14, Riello con 11, San Emiliano con 16, Santa Colomba de Somoza con 10, Boca de Huérgano con 20.

Por otro lado, también hay localidades leonesas que han visto como descendían su número de alojamientos turísticos es el caso de que tuvo siete y ahora tiene tres o Carucedo que llego a tener 15 hace dos años y ahora se ha quedado en seis, Molinaseca que cuenta en la actualidad con ocho cuando hace tres años tenía 16.