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Imagen de la enorme devastación presenciada por el bombero leonés Víctor Rodríguez.

«Lo que hemos visto era devastador»

El bombero leonés Víctor Rodríguez regresa de Turquía con el orgullo del esfuerzo realizado y el lamento por la descoordinación en una lucha contrarreloj | Ha colaborado con la ONG Acción Norte en el auxilio de la población | «No hemos parado de buscar a personas con vida, pero no ha habido suerte», asegura

J.C.

León

Martes, 14 de febrero 2023, 08:14

«Lo que hemos visto era devastador». Así lo asegura el bombero leonés Víctor Rodríguez en la antesala de su regreso de Turquía con el orgullo del esfuerzo realizado y el lamento por la descoordinación en una lucha contrarreloj.

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Junto a otros compañeros 'Moncho' ha ... colaborado con la ONG Acción Norte en el rescate y auxilio de la población. «No hemos parado de buscar a personas con vida, pero no ha habido suerte», asegura.

Su centro de operaciones se ha localizado en la provincia de Adiyaman, en cuya capital se concentran más de 350.000 personas. Numerosos inmuebles demolidos por el efecto de un terremoto que podría alcanzar en breve los 40.000 muertos, población sin recursos tras perder todo lo que tenían en sus manos, temperaturas gélidas.

De edificio en edificio

«En la zona había bastante descontrol aunque es normal por la situación que se está viviendo. Mi sensación y creo que la de todos es una sensación de frustración por no haber podido ayudar todo lo que hubiéramos querido. Había mucha descoordinación por la envergadura de la emergencia», asegura el bombero leonés en la antesala de su vuelta a España.

«Nuestro trabajo ha consistido en ir de edificio en edificio con perros donde decían que podía haber vida. Los perros buscaban y marcaban si había algo, pero no han marcado ni una vida. En otros casos teníamos que buscar con cámara térmica y tampoco hubo suerte», añade con no poco dolor.

«A nivel emocional, estamos jodidos»

Adiyaman, el punto de destino de Víctor Rodríguez, «es una ciudad a la que se mandó tarde la ayuda y que estaba muy destruida, los edificios no tenían prácticamente huecos que permitieran la supervivencia».

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Un desastre de tal dimensión que pone a prueba los límites físicos y psicológicos: «A nivel emocional estamos jodidos, aunque luego ya cada uno lo vive de una manera. Pero ciudad destruida completamente, familias viviendo en las calles alrededor de hogueras, miles de muertos bajo los escombros, cuerpos que veíamos pero no se podían sacar salvo con maquinaria pesada, niños por las calles... el panorama era desolador».

«El pueblo turco es una pasada»

Y todo, en medio de enormes gestos de agradecimiento: «El pueblo turco, una pasada. Nos veían como héroes aunque en realidad poco más que actitud hemos aportado. Ellos se desvivían por darnos agua, comida y cada paso que dábamos gente emocionada dándonos las gracias. La experiencia enriquecedora y dura de la que todos aprendemos».

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Tras la experiencia de Adiyaman el grupo de 'Moncho' fue derivado a Ankara «porque el gobierno turco ha dado orden de que todo el mundo que iba a rescatar se marchara fuera de la ciudad. En realidad no quieren que veamos cómo arrasan todo con maquinaria pesada y mañana en principio volamos a Estambul. Aunque esto cambia cada cinco minutos».

«El equipo al completo sentimos una mezcla de tristeza y frustración. La gente ha perdido aquí familias enteras y se trabaja sin parar aunque sea para recuperar cuerpos ya que con el tiempo que ha pasado es un milagros encontrar una vida ahí debajo», concluye el bombero leonés tras vivir una de las grandes experiencias vitales de su carrera profesional.

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