- «Soy un preso de la cárcel de León. Estoy de permiso estos días y les llamo para denunciar que dentro no tengo apoyo psicológico ni de psiquiatría. Tenía un compañero que estaba en las mismas condiciones y se suició ayer en el módulo 5».
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La llamada fue realizada el pasado 9 de marzo a la redacción de leonoticias. El interno que se había quitado la vida tenía 39 años y fue localizado por funcionarios de prisiones en la revisión de celdas.
Era un interno «con buen comportamiento» pero con algún problema psicológico. La primera parte le permitía convivir en el módulo de respeto con normalidad y medicación.
Sin embargo, algo falló y finalmente se quitó la vida. Para sus compañeros el problema radicó en una deficiente «ayuda psicológica» en el interior de la prisión.
Pero esa sensación es advertida por los propios funcionarios de prisiones, que lamentan la falta de este tipo de personal. «Con más psicólogos y psiquiátras, con más tiempo para este tipo de internos, se podrían evitar muchas situaciones de riesgo», se ha advertido.
Dos meses después de aquel suceso otro interno con estabilidad psicológica deteriorada se ha quitado la vida en su celda y dos más han intentado suicidarse, el último este mismo lunes.
En el segundo suicidio fue el del joven Hamza quien con solo 19 años decidió quitarse la vida este mismo mes al conocer un auto que le mantenía en la cárcel. Hamza «escuchaba voces» y tenía «persecución imaginaria». Nunca había estado en prisión, tenía algún delito menor y era «inimputable» a juicio de su representación legal.
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Ahora en este caso se espera el resultado de un nuevo informe forense mientras la familia lamenta que no tuviera el apoyo psicológico que precisaba.
Villahierro mantiene un estricto protocolo antisuicidios pero solo se aplica a quienes tienen esa condición. Es el caso de Igor Postolache, el preso acusado de matar a la joven de 14 años Erika Yunga. Igor, que es «carne de cañón» según los funcionarios, se encuentra en una celda acristalada, con vigilancia 24 horas y atención psicológica.
Con todo las llamadas a contar con un mayor número de recursos en la prevención se multiplican en el interior del centro penitenciario. En 2019 la prisión de León tuvo su récord con con 13 muertes debidas a suicidios.
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