El cielo gris y la amenaza de lluvia no asustó a las centenares de leonesas que, vestidas de rosa, salieron a las calles de León para escenificar su apoyo a todas aquellas enfermas y enfermos del cáncer de mama.
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La Carrera de la Mujer cumplió su décima edición, contando por segunda vez con hombres, para llevar alegría, esperanza y apoyo a las miles de personas que sufren el cáncer de mama en León.
Los globos rosas que sobrevolaron el cielo del Hispánico fueron el pistoletazo de salida a esta celebración en forma que de carrera que inundó las calles no del agua de la lluvia, sino de camisetas y chubasqueros rosas. Ese color también estuvo presente en paraguas, pelucas, pañuelos, tutús, carritos de bebés y animales de compañía.
La prueba no competitiva, organizada por Almom, busca recaudar fondos en la investigación sobre este cáncer que cada año mata a más de una treintena de mujeres en la provincia, con más de 6.000 personas en las calles para plasmar su apoyo a esta causa.
Algunas llevan un ritmo alto, más acostumbradas a la carrera deportiva, otros a uno más cómodo. Pero lo importante era estar, dar ese apoyo moral y simbólico a tan noble causa para que lo sufren y buscan superarlo encuentren un motivo más de lucha en ese empujón anímico que se produce ya cada año a finales de octubre.
Fue un domingo diferente para muchos, esperado para otros, y en el que todos se marcaron como meta el horizonte de no tener que volver a correr por esta causa. Una causa que, más pronto que tarde, todos esperan que sea un mal recuerdo para todas.
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