La vida que empieza lejos cuando las bombas caen

Se llama Anton Shuhalieiev, tiene 20 años y es judoca. Su historia podría ser la de cualquier joven deportista que compagina su vida profesional con las clases. Cinco horas de entrenamiento diario, estudiar, comer y dormir.

Pero Anton, que nació en el este de Ucrania, no ha vivido una adolescencia como imaginamos. Su mundo comenzó a cambiar en 2014 con la invasión rusa en la península de Crimea. Tras mudarse a Kiev, las bombas volvieron el 24 de marzo de 2022 y la maleta, de nuevo, se hubo de preparar para partir, esta vez, lejos del país.

«Nunca habíamos pensado que amaneceríamos viendo cómo caen bombas en mi ciudad, escuchando sonidos de sirenas que solo habíamos oído en películas», recuerda el joven judoca. «Viendo cómo mueren personas sin razón alguna. Sentíamos miedo».

Desde hace once meses Anton vive en Valencia, ciudad que le ha acogido con los brazos abiertos y donde recaló junto a otros deportistas atraídos por su Centro de Alto Rendimiento especializado en Judo.

Y es que el conflicto, que en un inicio se pensaba que se resolvería en «cuestión de días o meses», ha demostrado «que va a durar mucho más tiempo» obligando a los ucranianos a adaptarse a una nueva realidad.

Este viernes, 24 de marzo de 2023, primer aniversario del inicio de la guerra en Ucrania, Anton ha querido compartir con León en el marco del I Congreso de Deporte y Municipalismo su experiencia como deportista que ha tenido que valerse del apoyo de los ayuntamientos para mantener su carrera.

Agradecido por la solidaridad del pueblo español, de las instituciones y de la que ya es su ciudad, Valencia, Anton, que en 2022 se convertía en subcampeón de judo de España senior, ha querido lanzar un mensaje al mundo.

«Ucrania necesita vuestro apoyo. Queremos ser un país más de Europa. Los jóvenes no nos imaginamos vivir en un sistema como nuestros padres y abuelos. Somos europeos, compartimos los principios y valores de la Unión Europea», aseguraba el deprotista que esta semana tuvo la oportundiad de reunirse con Pedro Sánchez.

Su mayor deseo, poder «aportar a España algo de lo mucho que he recibido». Junto a este, el de reencontrarse pronto con su familia, completamente disgregada por Europa con su padre en Kiev, su madre y hermana menor -tras pasar por Valencia y Milán- en Inglaterra y su hermana mayor, en Praga.

Levantando al auditorio de un Palacio emocionado tras su discruso, Anton ha recibido de manos del secretario general de la Federación de Municipios y Provincias, Carlos Daniel Casares Díaz, la paloma «de la paz, de la ciudadanía y la libertad» con el deseo de que, más pronto que tarde, pueda retornar a su hogar.

El presidente de la Diputación, Eduardo Morán, ha clausurado el congreso este viernes manifestando que «será un honor, y la mejor de las recompensas, si esta primera edición sirve de semilla para empezar a trabajar desde ya en el segundo encuentro nacional en torno al deporte».

«Gracias a todos los que creemos, practicamos, fomentamos e invertimos en la actividad física y el deporte y en todas las circunstancias y entornos que lo favorecen; a quienes peleamos cada día desde nuestros distintos ámbitos de responsabilidad para que sea igualitario, accesible y universal», ha concluido.

La primera edición del congreso, organizado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), la Asociación del Deporte Español (ADESP) y la Diputación de León, con la colaboración del Ayuntamiento de León, se ha celebrado en el Palacio de Exposiciones de León y ha contado con más de 230 asistentes y 30 ponentes, procedentes de administraciones locales de toda España, entidades deportivas y federaciones españolas.

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