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Con diez minutos de retraso por problemas derivados de la técnica, y que obligó posteriormente a un receso por la imposibilidad de seguir de forma telemática la sesión, daba comienza un tempranero pleno extraordinario para la aprobación inicial del presupuesto del Ayuntamiento de León.
La covid-19 obligó a ver un desangelado salón, donde solo el alcalde, el concejal de Hacienda y los portavoces de UPL y Podemos-Equo acudieron de forma presencial y el resto siguieron la cita desde el otro lado de una pantalla que causó más de un problema para el perfecto desarrollo de la cita.
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El Ayuntamiento de León ha dado luz verde a un presupuesto consolidado de 131.136.953,28 euros y a la aprobación de la plantilla de personal de 2021 -formada por 19 eventuales, 752 funcionarios, 958 laborales y 156 trabajadores discontinuos-. El Personal Eventual percibirá en el año 2021 el incremento del 2% aplicado al resto del personal municipal en el Ejercicio 2020 y ello también afectará a todos los miembros de la corporación municipal, cada uno en función de su dedicación.
El resultado final de la votación fue el esperado. Unión del Pueblo Leonés sumó sus tres votos a los once miembros del equipo de gobierno para votar a favor; mientras que el PP y Ciudadanos -que se había reservado el voto hasta el pleno- no dieron su aprobación a las segundas cuentas del mandato de José Antonio Diez.
Carmelo Alonso Sutil, concejal de Hacienda, ha hecho defensa de un anteproyecto de presupuestos que «cumple con el plazo legal y el compromiso para la ejecución», en un contexto donde se ha recaudado cuatro millones menos de ingresos debido a la crisis del coronavirus.
«Las cuentas destacan por carácter inversor, social y participativo en elaboración y ejecución de proyectos donde se pretende recabar la opinión de los vecinos», sostenía el edil.
La inversión para 2021 asciende a los 15 millones de euros, un 4,68% más que en el pasado ejercicio, y donde destaca el Plan de Actuación para mejorar la ciudad (3,5 millones de euros), 400.000 euros para los barrios, a través de la consulta vecinal, y otras como los fondos Edusi, la ronda interior o el pabellón de Puente Castro o nuevas infraestructuras de uso general.
Sutil quiso reseñar un incremento del 25% en las ayudas de emergencia social, hasta el millón de euros, «y que se adaptará a las necesidades de la ciudadanía», o las ayudas a la natalidad y pago de tasas universitarias; así como la bonificación del IBI a hoteles o la suspensión temporal de la tasa del uso de terraza para la hostelería.
Sobre el trámite de las enmiendas, el equipo de gobierno ha asumido como propias la totalidad de las propuestas de Unión del Pueblo Leonés por ser «realizadas con sentido de la responsabilidad y ajustadas a la realidad». Mientras, el concejal calificó de «inasumibles» aquellas que llegaron desde el Partido Popular o Ciudadanos por «socavar la solvencia económica de la ciudad y la gestión del día a día» y con propuestas que «están fuera de la competencia municipal».
La oposición tomaba el turno de palabra tras la exposición de Alonso Sutil y daba cuenta de su intención de voto y la motivación ante un proyecto cuyos posicionamientos se habían ido intuyendo a lo largo de la semana.
El Grupo Municipal Popular ha rechazado dar su voto a un presupuesto para el que «hemos tendido la mano», pero «por responsabilidad y solidaridad» no podían aprobar. «Los leoneses, autónomos u hosteleros contemplarán con estupor las medidas que se traen a este pleno».
Fernando Salguero ha criticado que el proyecto no se encuentre adaptado a la pandemia y que el equipo de gobierno «viva alejado de la realidad, de la responsabilidad social y económica» y mientras otras ciudades dejan relegados sus problemas electorales en León no se ha hecho.
Los populares aseguraron que no se están reflejando medidas realistas para un contexto extraordinario y paliar las consecuencias de la pandemia. «Falta el acompañamiento a personas en soledad, ayudas a la exclusión social, que las personas con discapacidad puedan asistir a terapias, más financiación a entidades sociales... no hay ni partida para televisiones en la Virgen del Camino, donde los residentes llevan semanas encerrados».
El equipo de Antonio Silván recordaba que ofrecieron diálogo y sentarse para presentar sus enmiendas y no recibieron respuesta. Además, apuntaron que «León necesita menos peatonalizaciones pictóricas y más innovación, emprendimiento y empresarios. Pero con usted -en referencia al alcalde- es predicar en el desierto».
El turno de Ciudadanos sirvió para recriminar al equipo de gobierno la falta de consenso, escucha activo y participación y aseverar que se sienten «decepcionados» con la gestión municipal. Gemma Villarroel insistió en que «una vez más, UPL es la muleta y el capote de PSOE y Podemos» y que se pretendiera seguir adelante con un programa electoral «cuando la gente se muere y nos desangramos como sociedad».
La concejal liberal recordó las propuestas planteadas por su formación, que recogían ayudas a sectores que sostienen el tejido económico y social de la ciudad, como el plan de choque de un millón de euros en ayudas, o la condonación de impuestos. Y también criticó las propuestas del «socio de gobierno» por plantear en estos momentos hacer una estatua ecuestre, iluminar la catedral o poner placas púrpuras.
No dejó pasar esta frase el portavoz de UPL y afeó sus palabras a Villarroel recordándola que las placas que se cambiarán serán las deterioradas o las que no existan «aunque entiendo que su problema es el color, que las prefiere naranjas o moradas, como el color de Valladolid».
Eduardo López Sendino agradeció a los socialistas haber escuchado sus propuestas y reiteró que su formación «no se mueve por ningún color, salvo aquel que sea bueno para León, a diferencia de ustedes, que solo se mueven por cuestiones partidistas».
Unión del Pueblo Leonés recordó cómo PP y Ciudadanos se opusieron hace meses en ese mismo salón a reclamar más camas UCI para León. «Prediquen con el ejemplo. Dicen que estos gastos son innecesarios, pero no lo son las partidas de la Junta al fausto invento de Villalar, ¿con la que está cayendo, no?».
El líder leonesista exclamó que sus propuestas eran realistas y factibles «porque la ciudad no puede parar».
La última intervención correspondió al concejal de Podemos-Equo, quien hizo un discurso en el que recordó a Kennedy y aquello de «preguntémonos qué podemos hacer nosotros por León».
Nicanor Pastrana llamó a la corresponsabilidad y a la solidaridad en estos momentos difíciles y a salir «de la esfera de confort y pisar la calle». Para ello pidió «dar un paso más» y que todos los grupos se posicionaran a favor para poder sacar los presupuestos.
Endureció el tono en su segunda intervención Fernando Salguero, quien con tono casi de enfado retó al equipo de gobierno a sentarse y explicar las medidas del Partido Popular. «Reflejan medidas extraordinarias para condiciones excepcionales. Son medidas realistas y en beneficio de la ciudad. Nosotros también tenemos gente próxima que sufren la covid, no es momento de pensar en otra cosa», sugirió ante la negativa del concejal de Hacienda a aceptar unas medidas que «cualquiera podría apoyar, pero equivocan el tiro y deberían dirigirlas a las administraciones pertinentes».
Alonso Sutil abogó por transmitir unidad y colaboración para el apoyo unánime al presupuesto, algo que el Partido Popular se hubiera comprometido hacer «si se tratase de algo colectivo, con las demandas de todos los ciudadanos». «Diez, sea generoso, humilde y buen gestor público. Denos participación y que León tenga un gobierno de todos y para todos. Haga suyo el 'yes, we can' y que no sea conocido este tripartito por gastar 400.000 euros en Ordoño».
Mientras, Ciudadanos y Unión del Pueblo Leonés volvían a su batalla particular. Villarroel tildaba a Sendino de «teniente de alcalde», y el leonesista le recordaba que esa «era su aspiración en el anterior mandato junto al PP».
Luego chocaron con las UCI, de las que la portavoz naranja afirmó que los leoneses «pueden estar tranquilos porque habrá tantas como se necesiten» y calificó de manipulación que se quiere hacer creer que la Junta intenta fastidiar a León. Ahí, su homólogo en UPL reaccionó: «Se les tenía que caer la cara de vergüenza de proponer que un enfermo tenga que ir a Valladolid, y encima habla de UCI y de ratios, cuando Valladolid supera con creces en eso a León».
El alcalde de León fue el encargado de cerrar la sesión plenaria agradeciendo el tono de las intervenciones y aUPL su colaboración. «El objetivo es que la ciudad crezca y sea mejor para todos; y, aunque condicionados por la covid, hay unas cuentas realistas, solidarias e inversoras».
José Antonio Diez cree que así se consolida un proyecto destinado a los barrios y la participación y con más de 15 millones de inversión en un año complejo.
«Responde a todas las edades y a las necesidades reales de la ciudad. Se adapta a la realidad, siguiendo un modelo, y se garantiza el mantenimiento, inversiones a futuro y necesidades de un momento complejo. Para este alcalde no hay suyos ni nuestros, hay leoneses y leonesas».
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