La venta de abetos naturales cae más de la mitad en León por «el cambio de costumbres»

La llegada de la Navidad trae consigo la tradicional decoración de los hogares leoneses, con luces, belenes y, por supuesto, el icónico árbol de Navidad. Sin embargo, la tendencia de colocar un abeto natural en los hogares ha sufrido un notable descenso en los últimos años. Según los responsables de varios viveros en la provincia, la venta de estos árboles se ha reducido a más de la mitad en comparación con años anteriores.

Oscar Palomares, responsable de ViverJardin, explica que el abeto natural ha dejado de ser la opción preferida por los leoneses, quienes ahora optan mayoritariamente por árboles artificiales, más económicos y duraderos. «La mayoría de la gente ya no se decide por los abetos naturales, y la demanda sigue cayendo cada año», comenta Palomares.

Los abetos de entre 1,50 y 1,80 metros, los más comunes, pueden llegar a alcanzar tamaños de hasta 20 metros, pero su vida útil dentro del hogar es limitada. En general, las familias suelen colocarlos en sus jardines tras unas dos semanas en el interior, ya que, según los vendedores, el abeto puede «deteriorarse» si se mantiene demasiado tiempo en el ambiente cálido de las viviendas.

A pesar de la caída en las ventas, los precios de los abetos naturales siguen siendo variados, desde los 30 euros hasta cifras mucho más altas, dependiendo del tamaño y la variedad. «Hace unos años vendíamos alrededor de 60 abetos por Navidad, y ahora apenas llegamos a 30», comenta Palomares.

Por su parte, Marta Santos, responsable del vivero Natura S.L. en San Andrés del Rabanedo, resalta la transformación que ha vivido la demanda de estos árboles a lo largo de los años. «Antes traíamos camiones llenos de abetos, y la nave se llenaba de clientes. Ahora, si vendemos un par de ellos, ya es un éxito», explica Santos, destacando también el cambio en el tipo de viviendas.

«La gente solía tener casas más grandes y podía permitirse un abeto de mayor tamaño, pero ahora la mayoría compra árboles pequeños, entre un metro y metro y medio». La falta de espacio en los hogares y la preferencia por la comodidad de los árboles artificiales han sido factores decisivos en esta reducción de ventas.

En definitiva, aunque el abeto natural sigue siendo un símbolo tradicional de la Navidad, su presencia en los hogares de León se ha visto cada vez más reducida, dejando paso a opciones más prácticas y económicas.

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