Velado: «La población gitana no es diferente al resto, pero si partes desde más abajo cuesta más llegar arriba»

Son unos 3500 gitanos los que viven en la provincia, 2000 entre León y su alfoz. Una comunidad que trabaja, día a día por su integración tratando de salvar los estereotipos, tal y como explica la coordinadora de la Fundación en León, Irene Velado. «La población gitana no es diferente al resto pero si partes desde más abajo cuesta más llegar arriba», advierte la presidenta.

Y es que la fundación es un hervidero de actividad en su local sito en la frontera entre León y San Andrés del Rabanedo. Con varios programas que trabajan tanto en la formación de los alumnos gitanos como en el mercado laboral.

Velado destaca el programa de empleo operativo que trabaja en itinerarios individualizados de inserción así como la formación adaptada a la demanda del mercado laboral.

Y es que la fundación comenzó su andadura en León, en el año 2000, precisamente con el programa de empleo Acceder cuyo objetivo es la incorporación de la población gitana al mercado laboral por cuenta ajena. «Hemos insistido en la formación ocupacional pero también en la reglada para que tengan el título en ESO y también en educación media y superior», destaca la coordinadora quien añade que además de en construcción han encontrado nichos de trabajo en logística, comercio y jardines, conserjes y recogida de residuos.

«En el tema laboral trabajamos mucho con las prácticas porque el mejor currículum es que te vean y te conozcan. Igual si te apellidas Barrull o Jiménez es más complicado pero es mejor mostrar cómo trabajas» destaca Velado. Y es que la fundación trata de llegar a todos los sectores puesto que también invierten en formar en competencias digitales a la población gitana.

De la mano de estos programas laborales están también aquellos destinados a la educación. Así la fundación trabajo con el programa Promociona, que actualmente atiende a una treintena de menores para que continúen con sus estudios después de la educación obligatoria. «Nuestros programas son voluntarios. Cuando se hace la selección del alumnado tiene que haber un compromiso de los padres, centro educativo y alumno. No tiene que tener un desfase curricular de un tanto por ciento, ni absentismo y nos ayuda a trabajar con la población que tiene más probabilidad de éxito», destaca.

El trabajo en la formación comienza desde los más pequeños. Por eso la asociación ha asumido, en este año, el Hogar de la Esperanza; un centro de educación infantil en el barrio leonés de Las Ventas. «Valoramos mucho que lleven a los niños a la guarde, es un primer contacto con el centro educativo, los niños aprenden a un horario», admiten-

Uno de los mayores éxitos de la fundación es el programa postobligatorio, en el que, actualmente, hay más de 20 alumnos por curso entre bachiller, grado medio, grado superior y universitario. «Tenemos una experiencia con una empresa que está haciendo un curso de programación. En toda España hay 12 y uno está en León. HP se ha ofrecido para tutorizarlo, mentorizarlo, estar con ellos…A veces hay mucho estereotipo», asegura.

Además subraya el número de estudiantes en formación superior. «Hay 18 personas entre módulos de grado medio, superior y universidad. En universidad ya hay gitanos con formación académica hay seis personas estudiando. Hace dos años había solo ocho pero hace 20 años no había. Hay que destacar el esfuerzo que están haciendo, también para los propios niños, es importante que lo vean».

El éxito de la formación universitaria se personaliza en la abogada Selene de la Fuente, quien trabaja en el área de igualdad de la fundación, tanto en igualdad de trato como de género.

Admite que las mujeres gitanas sufren una doble discriminación y que les es muy difícil acceder al mercado laboral, pero también a una vivienda. «Apoyamos a las víctimas de discriminación pero también, actualmente, formamos a unas diez mujeres en competencias laborales, habilidades sociales para conseguir esa igualdad», puntualiza.

Así, desde la fundación celebrarán esta tarde el día del pueblo gitano que este año se centralizará en el barrio de Michaisa. « Lo realizaremos con el Ayuntamiento de León y la Asociación Cultural y Deportiva «Fendó Garlochí». Lo vamos a llevar al barrio de Michaisa porque vamos a abrir allí un aula. Leeremos el manifiesto que estará relacionado con Ucrania y también una parte lúdica«, anuncian.

Una actuación musical, la inauguración de una nueva aula, y la iluminación de la fuente de Santo Domingo serán algunos de los elementos que reivindiquen la incorporación social de este rico colectivo.