Vejez, divino tesoro

Lo mismo se animan con Campanera que con una de Coldplay. Palmada, movimiento de cintura, pase torero y repetimos. Esta ha sido la ambientación que se ha vivido durante la mañana ante la Catedral de León.

La Semana del Mayor ha citado en este céntrico enclave a jóvenes y mayores para bailar, hacer gimnasia y, sobretodo, pasarlo bien.

Poco importa la edad, a ganas nadie les gana. Son los mayores, todo un ejemplo para las nuevas generaciones. «Tenemos que venir a dar ejemplo de que los mayores valemos para esto y mucho más», aseguraba una de las presentes mientras esperaba que sonara la música.

Se dice aquello de juventud, divino tesoro; una frase que estos abuelos y abuelas derriban en su día a día. «Yo voy a taichí, voy a teatro y a sevillanas», con baile incluido exponía otra de las mozas.

Los alumnos del Virgen Blanca y La Palomera se han sumado a esta actividad intergeneracional que llevan un tiempo preparando. Algunos nervios entre los pequeños para que todo saliera bien. «Es su proyecto, asique esperemos que vaya bien».

El Ayuntamiento y la Universidad de León han preparado esta cita con una clara intención, como exponían la concejala de Bienestar Social y la profesora de Actividad Física para Adultos Mayores.

«Es importante que se conciencien de que el ejercicio físico les va a mantener durante más tiempo funcionales; y lo pueden hacer de forma gracioso o divertida».

La Plaza de Regla ha vivido un ejemplo de buen rollo, participación y conexión entre dos generaciones que, pese a la diferencia de edad, han demostrado tener un vínculo especial.

Y es que, ya se sabe, más sabe el diablo por viejo que por diablo y más si se enciende una casette, un vinilo o se le pone un ritmo latino que obligue a mover la cadera.

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