El cambio generacional en la vacunación ya es una realidad y los menores llenan la cola

Una vacuna a la que ya había ganas de acceder y el calor no ha sido motivo de desilusión, tal y como explicaba una joven de 16 años para la que vacunarse «aporta seguridad», para ella y para «los más vulnerables».

Y es que, a falta de tres horas para finalizar la convocatoria, todavía 2.000 jóvenes aguardaban en el exterior para recibir el pinchazo. Unas cifras que están rebasando las expectativas de Atención Primaria, que reconoce haber arriesgado en la campaña dadas las dosis disponibles para un ritmo diario de casi 4.000 vacunas más las segundas dosis.

En la cola, algunas han tenido la suerte de estar acompañadas, como una adolescente a la que su tía ha acompañado «por si surge algún problema»

Atrás quedan esas convocatorias de hace meses en las que la población de riesgo se inmunizaba contra el coronavirus y ahora el panorama es bien diferente al de entonces. Y es que otra sensación invade la campaña de vacunación, al ver en el pinchazo a estos jóvenes el reflejo de que el final está más cerca cada día.