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Casi dos años después de proponer el soterramiento de la calzada de Papalaguinda para ceder más espacio al peatón y al propio vehículo en esta vía de la ciudad, Unión del Pueblo Leonés vuelve a la carga con este paseo para dar solución a parte de los problemas de aparcamiento que sufre la capital.
Mientras los «trámites» retrasan la conversión del parking de Santa Nonia en un aparcamiento en superficie, y ante la negativa de Adif al Ayuntamiento de León para ceder los terrenos abandonados en el entorno de la estación, el Grupo Municipal de UPL plantea una nuevo opción: transformar la zona de estacionamiento de la calzada derecha de cordón a batería.
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El portavoz Eduardo López Sendino cree que esta idea sería factible con la eliminación de uno de los carriles de circulación -dirección Plaza de Toros a Guzmán- que tiene una baja intensidad de tráfico. Con la supresión de este carril y la transformación del aparcamiento se ganarían hasta 80 plazas adicionales -de regulación naranja-. Además, reclaman al Ayuntamiento que pidan a la Cámara de la Propiedad Urbana un solar del que dispone en la zona de San Mamés, entre las calles Padre Getino y Valencia de Don Juan, y que también se pueda destinar a parking público.
Esta propuesta lleva en estudio «un tiempo» y se ha trasladado a la técnico de Tráfico, según ha afirmado el alcalde de León.
José Antonio Diez reconoce que la transformación de la zona de aparcamiento es algo valorado tras la propuesta realizada en su día por UPL.
En UPL también han plantado cara a la mayoría de comerciantes que se instalan los martes y viernes en Papalaguinda -el conocido popularmente como mercado de Colón-. Recuerdan que, en origen, estos puestos eran de alimentación, pero ahora hay 69 de textil y solo 15 de frutas, verduras y otros productos.
«El mercado se ha convertido en un auténtico rastro. La ciudad acaba teniendo tres rastros semanales y no puede ser», sentencia Sendino.
Ante esta situación reclama «un verdadero control» por parte de la Policía Local porque, afirma, en este mercado se venden «multitud de prendas y objetos que pueden ser falsificados». Ante esta situación, el Ayuntamiento de León, a juicio de UPL, «solo se dedica a cobrar la tasa y no hay una revisión ni vigilancia».
Los leonesistas exigen recuperar el mercado tradicional con esos 15 puestos, que pasen a la acera de Papalaguinda, y mantener el aparcamiento a lo largo y ancho de la avenida durante seis días de la semana. «El mercado de Colón no puede ser un nuevo rastro. Hay que luchar contra la piratería», insisten.
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