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Cerca de tres mil efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) reforzarán la lucha contra los incendios forestales de este verano en una campaña que, por vez primera, contará con un dron terrestre, un prototipo de 3.500 kilos de peso y algo más de dos metros y medio de largo que puede realizar el trabajo de desbroce que harían diez soldados de forma manual, que se ubica en León.
Fabricado por la tecnológica gijonesa SVMAC, este tipo de dron nunca se ha utilizado en España, «y me atrevería a decir que en Europa», apuntó este miércoles el jefe la UME, el teniente general Francisco Javier Marcos, en el acto de presentación de la campaña en el Cuartel General de la Unidad en Torrejón de Ardoz (Madrid), al que asistió la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El dron terrestre es una máquina automotriz manejada a distancia y que se acaba de incorporar a la Unidad de Drones de la UME, con base en el acuartelamiento de batallón de León. El aparato, con una autonomía de ocho horas, permite desbrozar superficies vegetales secas como matorrales y arbolado -el peligroso combustible que alimenta los incendios forestales-, y crear líneas de defensa «o zonas de tierra donde se pararía el fuego», como explicó uno de los soldados que opera la máquina, que se puede manejar a 30 metros de distancia con una consola.
El prototipo está en pruebas y la UME quiere incorporar algunas mejoras, como una luz de 360 grados «porque nosotros trabajamos día y noche». La máquina, que complementará el trabajo de las bulldozer, también permitirá la defensa «de puntos sensibles», como núcleos de población, gasolineras y casas aisladas. A este dron se le unirán otros modelos de drones aéreos con capacidad de cámara térmica y el envío de imágenes en tiempo real que facilitarán las tareas de extinción a los efectivos. «Este dron nos va a permitir ahorrar personal ya que va a suplir el trabajo de diez militares que serán empleados en otros menesteres», indicó el teniente general Marcos.
La UME también ha mejorado sus sistemas de telecomunicaciones de cara a una campaña de incendios que comenzó el pasado 1 de junio y finalizará el 30 de septiembre. Según el jefe de la UME, este verano, aunque se prevé más cálido de lo normal, el grado de peligrosidad de incendios, y por tanto la probabilidad de intervención de la Unidad, es «moderado» gracias al régimen de lluvias de las últimas semanas. Con todo, hay zonas donde la probabilidad de intervención es alta, concretamente Levante, Murcia y las Islas Canarias en la primera parte de la campaña (esto es entre el 1 de junio y el 31 de julio), a las que habría que sumar áreas del sur de Galicia (Orense) y de Castilla-León (fundamentalmente León, Zamora, Salamanca y Ávila) en la segunda parte, del 1 de agosto al 30 de septiembre.
Este año la UME pone a disposición del Estado 1.400 militares en ataque directo al fuego y otros 1.500 en funciones de apoyo logístico, reforzando así la acción de las comunidades autónomas en virtud de sus competencias en Protección Civil y gestión forestal. Esos 2.900 efectivos representan cerca del 83% del total de integrantes de los distintos batallones de la UME y de la Unidad de Intervención en Emergencias de Canarias. Al igual que en otros años, la UME dispondrá temporalmente de personal y material en varios destacamentos repartidos por el territorio nacional con el fin de reducir el tiempo de despliegue en caso de intervención. Dichos destacamentos son el Acuartelamiento Jaime II de Palma de Mallorca; Sa Coma, de Ibiza; Acuartelamiento de San Isidro, en Mahón (Menorca); la Base Aérea de Armilla (Granada) y la Base General Morillo (Pontevedra).
Además, el Grupo 43 del Ejército del Aire trabajará en apoyo de la UME con diez aviones operativos. Se trata de los hidroaviones Canadair CL 215-T y CL 415-T, que se irán desplegando de manera escalonada en Zaragoza, Pollensa (Mallorca), Santiago de Compostela (A Coruña), Salamanca, Málaga, Badajoz y Torrejón de Ardoz (Madrid). El 43 incorporará a partir de 2027 nuevos aviones anfibios, cuya compra fue aprobada el pasado martes en el Consejo de Ministros. También se une el Batallón de Helicópteros de Emergencia, del Ejército de Tierra, que aportará dos HU-26 y dos HU-27, que operarán desde sus bases en Colmenar Viejo (Madrid) y Bétera (Valencia).
La ministra Robles destacó la importancia de la UME en las poblaciones donde interviene, pero no solo en lo relativo al trabajo que desarrollan y el despliegue de medios y personal, sino también desde el punto de vista psicológico. «Allí donde hay una emergencia o una desgracia están ellos poniendo mucha humanidad y cariño en las personas. Por eso son tan bien recibidos. La UME da una tranquilidad muy especial», dijo la titular de Defensa, que destacó el permanente contacto y la colaboración de la UME y las Comunidades Autónomas.
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