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El empresario leonés José Luis Ulibarri ha reconocido este jueves su implicación en la Gürtel y los pagos a Correa. En la imagen Ulibarri accede al interior de la Audiencia Nacional en compañía de su abogado. Efe

Ulibarri: «Correa me dijo 'ya está, ahora me tienes que pagar'; y yo le respondí, bueno y cómo lo hago»

El empresario leonés Martínez Parra, que conoció a Correa en una «copa de fin de año» que dio Teconsa, reveló que en 2007 hizo entrega de un maletín con dinero a un «señor de la empresa» que podría ser su número dos, Pablo Crespo

Jueves, 18 de noviembre 2021, 19:57

El empresario leonés José Luis Ulibarri, imputado en la trama Gürtel por el pago de comisiones para hacerse con contratos públicos, ha declarado este jueves en la Audiencia Nacional. Ulibarri ha confesado, en la misma línea de la autoinculpación previa realizada para aminorar la pena, ... los pagos y ha detallado aspectos clave de este caso por el que la fiscalía le pedía inicialmente una pena de sieta años de prisión.

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Ante los jueces el empresario ha relatado cómo se hizo con una parcela de 35 millones de euros destinadas a uso residencial. Para hacerse con la misma pagó un millón de euros en facturas falsas, según ha relatado, ya que según su testimonio no había 'dinero negro' en su holding empresarial.

«Conocía a Correa a final del verano de 2004»

«Conocí a Correa a final del verano de 2004», ha relatado ante el tribunal. Fue un cuentro propiciado por un amigo común, Jesús Merino. Fue a partir de ese instante cuando comenzó a funcionar la maquinaria: «Él me ofrecía cosas en general, en municipios de toda España, pero yo le pedía que nos pasara la información».

Con los informes en la mano eran, según Ulibarri los departamentos técnicos de su empresa los que analizaban la situación: «En todos los casos no nos encajó las posibilidades que nos ofrecía y dijimos que no». Una negativa a entrar en el juego que tuvo su fin cuando Correa le puso sobre la mesa la parcela UA de la manzana M7 del Polígono B del Plan de Ordenación Urbana de Boadilla.

Nos comentó que podía influir

Era una propuesta interesante y al empresario le parecía que se podía avanzar en el negocio: «Nos comentó que tenía la posibilidad de influir en la adjudicación de suelo y dije, bueno, pues mándame las condiciones, el pliego, cómo sale. Y me mandó la documentación técnica. Los departamentos técnicos nuestros lo estudiaron e hicimos una oferta, la que creíamos mejor».

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«El me dijo, cuando me ofreció la posibilidad, que si era, nosotros estudiábamos, poníamos la cifra de la oferta, la que entendíamos que era rentable y me dijo que eso costaba un millón de euros, y dije bueno», ha relatado Ulibarri desde la mesa en la que testifican los acusados al mismo tiempo que ha asegurado desconocer si efectivamente Correa medió o fue una adjudicación real «porque la oferta era buena».

Ulibarri cree que pagar la mordida fue «un error»

«Yo, ahí, ahora veo, bueno ya desde hace tiempo, vi el error cometido, me arrepiento de él pero bueno, admití que él podía hacer gestiones, que desconozco las que hizo y si las hizo, porque luego hemos visto mucha documentación y nuestra oferta no era mala. Porque esta operación de suelo no era en subasta, era en concurso, en la cual había que presentar un proyecto unas mejoras y una serie de condiciones, las que creímos que podíamos cumplir, que luego por razones de mercado, no terminamos», ha selado en su declaración.

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Por esa adjudicación su empresa abonó un millón a través de dos facturas de 500.000 euros. Esa cantidad supondría un 3% del valor de la adjudicación, que ascendería a los 33 millones. «Correa conocía que nuestras empresas no manejaban dinero negro. Tenía que ser a través de pagos de facturaciones. Él, una vez se produjo la adjudicación me dijo: ya está, ahora me tienes que pagar y yo le respondí, bueno y cómo lo hago», apuntó.

El pago mediante facturas falsas

Para pagar las facturas se utilizaron los conceptos de honorarios por desarrollo y realización de trabajos de estudio y preparación de ofertas, trabajos que jamás se hicieron. «Esos servicios eran falsos y eran para el pago del señor Correa. Yo admito el error», ha señalado Ulibarri en su testimonio. «Cuando yo hice el pago no me enteré de nada, simplemente hice el pago. Luego he visto que se ha hecho un reparto de ese dinero pero yo no sabía a quién iba, ni las razones, ni por qué».

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Martínez Parra asegura que entregó un maletín con dinero

Otro de los empresarios que ha confesado, José Luis Martínez Parra, relató las adjudicaciones a la empresa Teconsa, de la que llegó a ser vicepresidente. «Lo que conocía es que (mi padre) tenía relación con el señor Correa y que se nos adjudicaban obras por parte del Ayuntamiento de Boadilla. Si alguna obra le interesaba hablaba con él para que le hiciera las gestiones necesarias para la adjudicación», afirmó.

Martínez Parra, que conoció a Correa en una «copa de fin de año» que dio Teconsa, reveló que en 2007 hizo entrega de un maletín con dinero a un «señor de la empresa» que podría ser su número dos, Pablo Crespo.

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