Tudanca 'invita' a sus cargos en León a celebrar «un pasado común» en Villalar

Todo esto ocurre en un contexto en el que la Junta de Castilla y León ha decidido distribuir por las nueve provincias los actos que conmemoran la fiesta autonómica. Una decisión que no ha sido apoyada por el PSOE. De hecho, los socialistas leoneses han reivindicado que el 18 de abril, día que se reconocen las Cortes de León de 1188, germen del parlamentarismo europeo, se convierta en una jornada festiva para la región leonesa.

Recordando que este pueblo vive «una fiesta de reivindicación común», incluso antes de la democracia, Luis Tudanca se ha dirigido a los cargos en León para recordar que «nunca se ha tratado de una lucha por la identidad» y sí como una forma de unirse a través de la memoria de «un pasado común», llegando a reivindicar la fiesta comunera como «la primera revolución europea por las libertades de los ciudadanos».

El dirigente socialista defiende la fiesta del 23 de abril contra «los ataques a su propia esencia» y a las instituciones y derechos por parte del Partido Popular y Vox. «Debemos unirnos en la defensa de lo que somos y de lo que queremos ser», invita a sus militantes.

En la misiva califica a Castilla y León como una tierra «milenaria» y marca para seguir el camino de la «decencia» el deber de los socialistas de defender «con uñas y dientes» los derechos de los trabajadores, la lucha feminista, los desequilibrios y la dignidad de los jóvenes que «merecen vivir en la tierra que les vio nacer».

«En cada rincón de esta tierra tiene que resonar un grito de esperanza», firma Luis Tudanca, quien condena que Villalar «ha sido abandonada por aquellos que nunca han creído en ella y nos quieren sumisos» y apremia por volverla a convertir, «como en el origen de la democracia», en un lugar de alzar la voz y rebeldía.

Por ello expresa su interés por contar «con todos» en el monolito para realizar la ofrenda floral a los comuneros, junto a la ministra de Igualdad, Ana Redondo. «Nos vemos en nuestra carpa, como todos los años, para ir juntos al monolito». También «invita» a acompañarles en la comida popular.