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Milú, esta semana, en la Protectora de Animales de León.

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Milú, esta semana, en la Protectora de Animales de León.

La triste historia de Milú

Fue llevado a la Protectora de Animales de León tras aparecer en una caja de cartón en La Lastra | Es «buenín y mimoso, un trozo de pan» | Le adoptaron con dos meses y tres más tarde ha sido devuelto a la Protectora porque «no tenían tiempo para pasearlo»

Leonoticias

León

Miércoles, 1 de junio 2022, 10:31

Es la triste historia de Milú, un cachorro mestizo de pastor vasco, al que han devuelto a la Protectora de Animales de León. «Una pena, aunque es una historia que se repite en el tres por ciento de las adoptaciones», se advierte desde la asociación.

Milú, «buenín y mimoso», pertenece a las «famosas camadas de Lastra». El nombre no es casual, viene dado por la repetida secuencia que se da en esa zona de la ciudad: «Dos veces al año, casi siempre en una caja de cartón, se abandona una camada que oscila entre los ocho y diez cachorros. Todos son de la misma madre, a la que no hemos podido localizar. Y son camadas que llevan dando entre ocho y diez años», recuerdan desde la protectora.

«Irresistible y cariñoso»

Y de ahí salió Milú, cuyo nombre le viene dado quizá por cierta similitud al perro que en la ficción acompañana a 'Tintín', un perro «amoroso» que resultaba irresistible.

Pese a que la propia protectora no recomienda la adopación de cachorros a Milú se lo llevaron «con dos meses». Es tán «irresistible y cariñoso» que este mestizo de pastor vasco tuvo 'padrino' de inmediato.

«No podían pasear al perro»

Fue un flechazo, pero el enamoramiento duró poco tiempo, otros tres meses más. «El dueño nos llamó para decir que no podía atenderlo, que había encontrado un trabajo y su madre no podía llevárselo de paseo».

Y Milú, de nuevo, ha regreso a la Protectora. «Está mejor aquí que con una persona que no le pueda prestar los cuidados adecuados», matizan.

Los que van y los que vuelven

Anualmente, se advierte desde la Protectora de Animales de León, unos 800 animales (principalmente perros) ingresan en el centro. De ellos, la mayoría logra una segunda oportunidad y entre los adoptados «menos de un cinco por ciento, un tres por ciento más o menos» son devueltos por sus propietarios.

Y ahora Milú espera de nuevo. «Es más bueno que el pan, con sus defectos de cachorro, claro. No hemos visto nada grave en él, sociable y cariñoso. ¿Le quieres conocer y tomártelo en serio a esta preciosidad? Lo desea con todas las ganas», ha advertido la Protectora en sus redes sociales.

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