Se encontraban sueltos y sin la presencia del propietario. Se trataba de tres mastines y dos carea leonés, que junto a dos cachorros de este último se convirtieron en una jauría mortal para Arancha.
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La joven de 27 años que fallecía como consecuencia de estos perros de raza autóctona leonesa fue atacada mientras paseaba por un camino rural entre Roales del Pan y La Hiniesta, en la provincia de Zamora.
La raza se ha conocido con el avance de la investigación, tal y como ha explicado la delegada del Gobierno, Virginia Barcones. Cuatro de los perros se encuentran identificados con chip, cartilla y vacunación y el quinto no lo está, «por lo que queda pendiente de investigación si había obligación legal por la edad».
En el pueblo de donde procedía el ganado que estos perros leoneses defendían, La Hiniesta, no encuentran explicación a «tanta agresividad» al ser unos animales que no habían registrado ningún incidente previamente, explican a El Norte de Castilla.
Desde el Ayuntamiento zamorano afirman que la «principal hipótesis» son los recientes ataques de lobos en la zona. «Se está investigando la agresividad de los perros, la única explicación que encontramos a que se hayan tirado de esa forma es que un mastín haya estado en contacto con lobos y se haya vuelto muy agresivo», explica el alcalde David García.
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La exposición de los mastines y los carea a la lobada ha podido «alterar el comportamiento de forma notable», reiteran como explicación al trágico suceso que ha acabado con la vida de esta graduada en Enfermería.
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