Secciones
Servicios
Destacamos
Pocos son los que discuten que la innovación contribuye a una vida mejor, más si cabe en los aspectos sensibles del día a día. Por otro lado, el cáncer sigue siendo palabra maldita en la sociedad, el concepto que nunca se quiere oír y la ... situación que desmonta la rutina a la que nos acostumbramos con rapidez.
Uniendo los dos conceptos, el mañana parece mejor. Desde el pasado octubre el Hospital de León, el Monte San Isidro y el centro de la Condesa trabajan intensamente con los tres mamógrafos donados por la Fundación Amancio Ortega, en un gesto altruista del magnate textil con los equipamientos sanitarios de la comunidad autónoma.
Buen momento para descubrir uno de ellos, una vez que está instalado y funciona a pleno rendimiento. El doctor Pedro Vega, jefe de radiología y radioterapia del Hospital de León, hace de anfitrión en el Monte San Isidro, donde muestra todas las posibilidades del nuevo mamógrafo.
«Los tres aparatos que donó la Fundación son puramente digitales, lo que supone un avance con respecto a los anteriores en cuanto a precisión, rapidez e integración», asegura. Las nuevas joyas de la corona tienen tomosíntesis, lo que permite obtener planos de la mama, En el caso del mamógrafo del Hospital se ofrece la posibilidad de contar con extrataxia, un asistente para las biopsias.
La jubilación de los anteriores era merecida. Tras diez años de servicio dieron el relevo total a los nuevos aparatos habiendo cumplido con su misión.
El mamógrafo del Monte San Isidro está destinado a la mamografía de screening del programa de la Junta de Castilla y León de diagnóstico precoz. Por él pasan cerca de 90 mujeres cada día. «Ahora nos permite aumentar la rapidez de exploración porque da la imagen de la mamografía, antes el sistema era de placas y requería más tiempo y dedicación», comenta el doctor.
Un equipo analiza las muestras recogidas por el mamógrafo, estableciendo cuatro categorías. En primer lugar están aquellas en las que no se encuentra nada o se da con hallazgos benignos; las intermedias, que sacan a la luz hallazgos dudosos; y otras dos: las de posible malignidad o malignidad segura. En función de esas categorías se siguen unos pasos u otros, derivándose a otro tipo de pruebas o directamente al Hospital para hacer una biopsia, en caso de riesgo más alto.
A partir de 45 años, el programa recoge que la mujer debe realizar una mamografía cada dos años. «Lo fundamental es diagnosticarlo antes de que clínicamente se detecte», concluye el doctor Pedro Vega, que asegura no haber tenido conversación con Ortega, si bien no oculta que los profesionales agradecen enormemente el nuevo aparato.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.