Los trabajadores de Inbiotec piden «apoyo y compromiso» en una semana clave, antes de su liquidación

Tanto es así que, si no hay una apuesta firme en los próximos días, los empleados tendrán que dejar de trabajar desde este viernes 4 de junio. Un reunión con el administrador del concurso de acreedores este mismo viernes «nos dirá si seguimos trabajando la semana que viene o no», asegura Antonio Rodríguez, uno de los investigadores.

La situación es crítica y a pesar de que «el concurso es un proceso flexible, el administrador necesita saber si hay un compromiso de las administraciones, porque legalmente no se puede seguir endeudando si no hay una posible solución». Los empleados no tiene acceso a las cuentas ni a la deuda de Inbiotec, pero lamentan que en este periodo «no hemos recibido llamadas ni hemos tenido reuniones con la Diputación de León ni tampoco con la Junta».

El proyecto de Inbiotec en León llegó a albergar hasta 40 trabajadores, hoy en plantilla son nueve los investigadores que piden que se tenga en cuenta su futuro. Una situación que agrava más la falta de empleo y oportunidades en la provincia leonesa y que desde Comisiones Obreras han querido remarcar asegurando que «León no puede permitirse otra desaparición, necesitamos una solución inmediata».

No sólo se habla de la falta de oportunidades, sino de «puestos de trabajo que están en peligro», pero también una pérdida de un «germen de investigación» tan necesario para seguir desarrollando a la capital leonesa como polo biotecnológico y de investigación.

Jose Antonio Alegre, secretario CCOO Enseñanza, lamenta que «si no se pone sobre la mesa una solución» la planta podría desaparecer. En este sentido, Alegre remarca que son «las administraciones las que tienen la responsabilidad directa para garantizar el futuro, no pedimos su intermediación, sino la responsabilidad directa que tienen». Comisiones Obreras remarca que ha esta situación no se ha llegado por los trabajadores «que han demostrado su valía», sino por la «la falta de respaldo publico, no hablamos de subvenciones, de que Inbiotec pretenda mantenerse con ayudas publicas, sino de la obligación pública de financiación estructural».

«La investigación es una inversión, no un gasto», recuerdan los trabajadores y en este sentido, explicaron que la financiación de los centros tecnológicos en los países más avanzados en investigación debe ser repartida en tres partes. Por un lado, un 33% de financiación privada; por otro, un 33% de financiación pública competitiva orientada a proyectos y, finalmente, un 33% de financiación pública estructural.

En los ultimo 10 años, Inbiotec se ha financiado con los «proyectos y contratos con empresas y a pesar de todo conseguimos ingresar 2,8 millones de euros». Una cantidad importante, pero no suficiente para soportar las necesidades del centro.

También remarcan el potencial de un equipo multidisciplinar, «los boinas verdes de la investigación», que «en 10 años hemos conseguido 10 proyectos europeos, que son muy difíciles de conseguir porque son muy competitivos». Y aquí vuelven a incidir en la necesidad de financiación estructural, ya que «los proyectos de I+D, aunque somos centro captador, no cubren los huecos temporales entre un proyecto y otro». Tampoco son suficientes para cubrir los huecos de la dedicación horaria, y «es imposible financiarse con estos proyectos porque es difícil cubrir con ellos todas las horas de trabajo de la plantilla».

Con un gran trabajo a sus espaldas, los empleados de Inbiotec piden ayuda a las administraciones, para salvar un centro de investigación puntero y de renombre a nivel europeo, que podría ver cerradas sus puertas este mismo viernes.