Concentración de trabajadores de Alsa en León. Bárbara Garrote

Los trabajadores de Alsa, en huelga: «Nos pasamos nueve horas sin levantar el culo»

Una concentración a la puerta de la Estación de Autobuses de León sirve para «hacer ruido» bajo la amenaza de huelga indefinida si la empresa no negocia

Miércoles, 24 de abril 2024, 12:06

Los trabajadores de Alsa en León han pasado de las palabras a la acción y han cumplido su amenaza de huelga. Los servicios metropolitanos y regionales han sido los más afectados por el parón de 24 horas que los sindicatos han convocado este miércoles y ... el próximo viernes.

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Los trabajadores y liberados sindicales se han concentrado a las puertas de la Estación de Autobuses de León para hacer «ruido» y mostrar su hartazgo a la empresa. Además, rechazan los servicios mínimos impuestos por la Junta de Castilla y León y la empresa.

Lo primero que han hecho es «pedir disculpas» a la ciudadanía por las molestias que están causando. «No lo hemos podido evitar y los servicios mínimos han sido abusivos por parte de la empresa», han sentenciado. Por ello han apelado a la Junta, como dueña de las concesiones, para que «intervengan» ante esta huelga que perjudica a la ciudadanía y a los propios trabajadores.

El motivo principal que ha llevado a este parón en el servicio ha sido la instalación de cámaras con inteligencia artificial que «vigilan y controlan» la conducción de los autobuses, además de a los usuarios y peatones. «Van a controlar exhaustivamente a los trabajadores y podrá ser utilizada en su contra». Un sistema tecnológico que permite grabar sonido y en 'streaming', algo «prohibido», además de complicar la visibilidad del chófer al situarse en medio de la luna delantera.

También ha afectado el cuadrante de horarios con el que se ven incapaces de conciliar. El portavoz del comité de empresa, que no ha querido dar su nombre, explica que la mitad de los empleados no conocen su horario hasta las cuatro de la tarde del día anterior. «Cualquier trabajador, en cualquier momento, tiene que estar disponible dentro de las 15 horas que le permite su tarjeta», sentencia. Y como muestra pone la de un trabajador que empiece la jornada a las 7 de la mañana y la acabe a las 12 de la noche. Heladio Fernández, representante de una de las dos empresas afectadas, ponía un ejemplo práctico a esta cuestión: «La línea de Ferral, por la tarde, te pasas nueve horas sin levantar el culo del asiento; y no es ni medio normal».

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Los empleados han garantizado su «colaboración» para que se cumplan los servicios mínimos impuestos por la Junta y que consideran «abusivos» por impedir que la mayoría de trabajadores hayan podido ejercer su derecho a huelga. «Salvo nosotros -liberados sindicales- y dos trabajadores, de los 100 que somos, el resto no han podido. Es inadmisible», explican. Además, muchos compañeros fueron avisados «por WhatsApp, a su teléfono personal y de mala manera» de los servicios mínimos.

Esta situación ha estallado tras dos reuniones de conciliación que no han llegado a buen puerto. A ello suman las horas extra pagadas «muy por debajo» de la ordinaria.

La jornada de huelga se repetirá este viernes y el comité de empresa no descarga que se convierta en indefinida si Alsa no negocia sus condiciones.

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