Un total de 14 adolescentes han sido detenidos en año y medio en León por malos tratos familiares

Mientras que en 2018 han sido investigados por esta causa 64 adolescentes, entre enero y mayo de 2019 su cifra ha ascendido a 31.

La provincia de Valladolid, con 34 casos en este periodo, acapara más de un tercio de situaciones de violencia ascendente.

Asimismo, este fenómeno, que cada vez entiende menos de sexos, se repitió en Burgos con 19 menores implicados y en León con 14.

En el resto de provincias de la Comunidad las cifras fueron menores. En Ávila y Segovia se dieron siete casos, mientras que en Salamanca sumaron cinco. Por detrás, se situaron Zamora (4) y Soria (2).

Los enfrentamientos por los horarios y estilos de vida acaban degenerando en faltas de respeto hacia padres, abuelos y hermanos que, en más de una ocasión, transgreden lo verbal.

En este tiempo también han sido detenidos e investigados en Castilla y León un total de 19 menores por tráfico de drogas, en su mayoría a pequeña escala.

Concretamente, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han procedido a la identificación y arresto de seis vallisoletanos, tres segovianos, tres abulenses, tres zamoranos, un burgalés, un leonés, un salmantino y un soriano por trapicheo.

En el caso del acoso escolar, una de las grandes preocupaciones de la comunidad educativa, las investigaciones se reducen a tres desde 2018: una en León, una en Burgos y una en Valladolid.

En este punto, y en base a otra respuesta parlamentaria a la misma diputada popular, las victimizaciones por bullying, una problemática que se alimenta en las redes sociales, han ascendido en el último año y medio a 61: un total de 41 en 2018 y una veintena entre enero y mayo de 2019.

De ellas, 16 se han producido en Salamanca. Le siguen en hechos denunciados por esta causa las provincias de León (12), Valladolid (9), Burgos (8), Ávila (7), Zamora (4), Palencia (2), Soria (2) y Segovia (1).

No pocos niños y adolescentes tratan de buscar su sitio en un espacio en el que se encuentran fuera de lugar tras convertirse en un blanco perfecto para la marginación y la burla, que la sociedad ejerce sobre aquellos que no siguen los cánones esperados.