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La del 82 fueron, con seguridad, las elecciones más importantes en la historia del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En León, el partido entregó todo el poder mediático a uno de sus militantes Graciliano Palomo, que ideó una estrategia de comunicación hasta entonces nunca vista ... en la provincia.
Entre sus innovaciones estuvo el recorrer toda la provincia con una especie de 'cine de barrio' en el que se mostraba el proyecto socialista, pero mucho más lejos llegó su hazaña de conseguir introducir el primer suplemento político en un periódico 'del Régimen', la Hora Leonesa.
Para su elaboración tuvo que acudir a Bilbao para entrevistar a Felipe González en el hotel Ercilla después de que la opción de entrevistarle en León en el multitudinario mitin del Palacio de los Deportes se truncara ante la posibilidad real de un intento golpista en la antesala electoral.
El mitin fue el 15 de octubre y la entrevista tuvo que se realizada, junto a Ernesto Escapa, cinco días más tarde en el hotel Ercilla de Bilbao.
«La experiencia fue extraordinaria, fue un momento único y ocasión única, pero al mismo tiempo una gran oportunidad», recuerda cuatro décadas después.
La opción de entrevistar a Felipe Goznález y publicar aquel encuentro en un suplemento especial de prensa «fue un caso único, fue casi una carambola. En el PSOE la campaña del partido estaba en manos de Alfonso Guerra mientras que la campaña de Felipe González, que iba en paralelo, estaba en manos de Julio Feo. En un momento dado se me ocurrió contratar las páginas centrales de La Hora Leonesa y aquello que parecía imposible finalmente lo fue con la complicidad del entonces gerente del medio, Felipe Santos».
'Colar' ocho páginas socialistas en La Hora Leonesa con «Martín Villa vigilante» no resultó sencillo pero «finalmente se consiguió».
La clave de aquellas páginas era la entrevista con Felipe González pero la opción de hacerla coincidiendo con el mitin de León resultó imposible: «Cuando llegaron a León detrás del escenario nos dijo que era imposible quedarse por el intento de un golpe de estado en marcha para el día 27».
Así que junto a Ernesto Escapa y en un complicado viaje por tren ambos acudieron cinco días más tarde al Hotel Ercilla de Bilbao: «Fue un encuentro extraordinario. Felipe estaba muy al corriente de lo que ocurría en León. Había venido bastantes veces durante la clasdestinidad y dominaba los temas perfectamente».
El resultado de aquel suplemento fue el esperado: primero inundó la calle con el mensaje socialista, rompía las dificultades de superar el aparato del gobierno y multiplicaba un ambiente propicio para una victoria electoral que finalmente resultó incuestionable al conseguir en el caso de León tres de los seis diputados en juego.
Graciliano Palomo recuerda hoy que en todo aquello fue determinante la figura de Ángel Capdevila, secretario general del PSOE en León, y de Manuela García Murias, entonces secretaria de organización. «Ambos nos dieron un apoyo absoluto y nos dejaron trabajar. Respaldaron todas las iniciativas y bueno se puede decir que el resultado final no fue nada malo», sentencia.
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