El temor a una tercera ola se dispara

La Junta ya ha invitado a vivir una Navidad «diferente», con distancia social y cautela. Una advertencia que no parece suficiente como para contener la necesidad de 'contacto social' que se acumula a pie de calle.

Los datos en León avanzan con la mejor de las previsiones. La provincia mantiene una tasa de incidencia de 94,35 casos por 100.000 habitantes en siete días y el balance de pacientes ingresados se encuentra en -203 desde el 16 de noviembre. En ese mes había 316 ingresados entre León y el Bierzo y hoy apenas quedan 113.

El índice de reproducción se mantiene además en 0,73 y todo lo que sea estar por debajo de '1' supone un alivio y una progresiva caída en los contagios por la dificultad que encuentra el virus para localizar nuevos huéspedes.

Pese a todo ello, y con un goteo permanente de fallecidos que no parece tener fin, Sanidad insiste en los llamamientos a la prudencia porque la temida 'tercera ola' espera a la vuelta de la esquina y eso supondría reandar un camino ya conocido: cierres, limitaciones y reducción de la actividad social.

Y los temores no son gratuitos. Las de este viernes no fueron buenas noticias y menos a las puertas de una Navidad que se presenta, en palabras del propio Salvador Illa, como un «momento crítico» para frenar la pandemia. La incidencia acumulada (IA), el índice que mide el número de casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y el indicador que mejor refleja la evolución de la epidemia, repuntó este viernes tras más de un mes de descensos continuados.

No fue un aumento importante, la IA nacional pasó de 188,72 a 189, 56, pero en Sanidad fue percibido como un toque de alarma que confirma que el descenso vertiginoso de la transmisión vivido en el último mes podría estar desacelerándose o incluso llegando a su fin.

Lo cierto es que la incidencia acumulada, que en las últimas jornadas había llegado a bajar en todos los territorios de forma simultánea, este viernes creció en 7 de las 17 comunidades, además de en las dos ciudades autónomas. Entre las regiones en las que aumento la IA están algunas de las comunidades que llevaban varias semanas de transmisión muy baja y que rebajado algo sus medidas restrictivas. La incidencia despuntó en Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.

Y la incidencia acumulada no fue el único dato negativo de la jornada. El número de contagios diarios, que el jueves bajó por primera vez de los 8.000 desde agosto, este viernes volvió a escalar por encima de los 10.000 casos, exactamente hasta los 10.519 positivos, una cifra que no se veía desde finales de noviembre.

Aun así, estos datos no encendieron las alarmas en el Ministerio de Sanidad, donde se mantiene la esperanza de que sean, en parte, cifras coyunturales, fruto de una semana extraña con varios días de fiesta. De hecho, el otro gran indicador junto a la incidencia acumulada que apuntaría a un estallido de nuevos brotes, el porcentaje de positividad de las pruebas durante la última semana, siguió este viernes descendiendo desde el 7,61% del jueves al 7,46% del viernes.

Solo hubo otro parámetro preocupante y que podría confirmar ese estancamiento en los descensos de los casos cuando la segunda ola todavía no ha acabado de marcharse: el número de ingresos de covid. Este indicador se situó en 1.207 personas, unas cifras comparables a las de hace dos semanas.