El Teléfono de la Esperanza en León aumenta en un 40% la atención durante la pandemia

Las consultas más atendidas durante este periodo corresponden al grupo de mayores de 65, un perfil bastante común, que buscaban principalmente «aliviar la soledad y comunicarse». Las consultas por temas relacionados con el coronavirus supusieron a nivel nacional 6.539 casos, llamadas en las que se ponía de manifiesto la ansiedad, miedo e incertidumbre que los usuarios estaban experimentando esos días.

Las llamadas relacionadas con el suicidio experimentaron un crecimiento cercano al 30% a nivel local, una cifra que se disparó en el conjunto de España, con un 80% de incremento respecto a 2019 y 2.352 llamadas de marzo a agosto.

Durante el estado de alarma la sede leonesa se cerró y los 28 voluntarios y dos psicólogos que colaboran con la asociación trasladaron la atención telefónica a sus casas. «Tuvimos que suspender la atención psicológica en la sede, pero para no dejar a nadie desamparado los profesionales atendían durante 40 o 50 minutos a los pacientes por teléfono », comenta Mercedes Martínez.

Para adaptarse a la nueva situación y no permitir «que nadie se quedase en la estacada», el Teléfono de la Esperanza se reinventó y puso en marcha una serie de talleres online para el control del estrés y la ansiedad una vez a la semana, cursos que «contaron con una gran acogida», explican. Además, se ha creado una nueva línea para que todo el mundo sea atendido, llame de la provincia que llame.

Aunque el perfil de solicitantes de ayuda ha sido similar al de otros años, mayores que viven solos o personas con problemas psicológicos, han aumentado las llamadas de aquellos que buscaban «ser escuchados, hablar del miedo y aliviar la soledad», señala la responsable en León.

Para reforzar las ayudas a las personas más mayores, los voluntarios redoblaron sus esfuerzos en un proyecto que lleva más de tres años en marcha gracias al que una vez a la semana 90 ancianos recibían una llamada para sentirse, al menos durante unas horas, acompañados.