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Su silueta se intuía al otro lado de las Lomas en León ciudad cuando el día comenzaba a dar paso a una noche de verano para el recuerdo. Teñida de un naranja que quitaba el hipo antes de tornarse del azul que le da nombre, la superluna de agosto iluminaba la noche leonesa.
Conocida como superluna de Esturión o superluna azul, las miradas de leoneses y turistas no podían dejar de posarse en el hipnótico cuerpo celeste que con las horas iba, si cabe, presentando una belleza más arrebatadora.
Con solo levantar la vista y mirar el cielo el espectáculo estaba servido la noche del 19 al 20 de agosto. Se trata de la primera superluna del año, un fenómeno que se da cuando la luna llena coincide con el perigeo del satélite, su punto más cercano a la Tierra.
Así se explica el tamaño que se pudo observar del astro durante la noche, un 14 por ciento más grande de lo habitual y un 30 por ciento más brillante de lo que acostumbra a mostrarnos.
El cielo despejado de la noche permitía disfrutar de este espectáculo desde muchos puntos de la provincia, donde los amantes de las estrellas y el firmamento no perdieron detalle del paso del satélite.
Tampoco lo hicieron los amantes de la fotografía, que pudieron capturar imágenes únicas de una luna que, ciertamente y como canta Amaia, estaba preciosa. Claro ejemplo es la imagen de Peio García que ilustra este reportaje.
Esta es la primera superluna del año, pero habrá más. En septiembre el fenómeno, cuyo mejor momento para disfrutarlo es en la salida del satélite o de madrugada, se repetirá a mediados del mes. También nos volverá a visitar en octubre y en noviembre.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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