Cuando solo el Corpus pone fin a la fiesta en el Húmedo

«Llevamos desde las cuatro de la mañana así». La queja de los vecinos del Húmedo ante el ruido que soportan las noches de los fines de semana ha encontrado en el Corpus Chico un pequeño alivio.

Ha sido con la llegada de la banda de la Real Cofradía de Minerva y Veracruz, que se dirigía a la iglesia de San Martín este pasado domingo, cuando la Policía Local ha intervenido para exigir a los más rezagados que cejaran en la fiesta y volvieran a sus casas.

La Asociación de Vecinos 'León Típico' ha vuelto a denunciar los excesos que soportan noche tras noche. «Estamos desesperados», explican a Leonoticias.

La última escena se produjo este domingo en la calle Zapaterías. Tras varias llamadas a los cuerpos del orden, diferentes miembros de la asociación han lamentado que los agentes no aparecieran «hasta altas horas de la madrugada». Esa «inacción» ha sido la que ha llevado a una nueva protesta pública.

Todo estuvo vinculado a un conocido 'after' de la calle que comunica la plaza Don Gutierre con San Martín. «Se estaban saltando todas las ordenanzas de la zona acústicamente saturada y estaban bebiendo en la calle. Todo mal, con abuso, desprotección y desesperación vecinal».

La paciencia de los vecinos la colmó cuando ante sus críticas por la situación uno de los agentes reconocía «que tienen autorización» -el local cuenta con licencia que le permite mantener abierto-, aunque las quejas se producen por las voces y gritos que los clientes propinan en el exterior del mismo.

En el vídeo se observa al alcalde de León, que acudía también a la festividad del Corpus Chico, algo que los denunciantes entienden como el motivo «por el que apareció la policía y se pusieron a limpiar». Tras esta escena, y con la intervención de los agentes y las máquinas de limpieza, el grupo de jóvenes que ultimaba la fiesta abandonó el lugar y la banda de Minerva se dirigió al lugar de inicio de la procesión.

Fuentes policiales han comprendido las quejas que pueden tener estos vecinos, aunque justifican la situación del pasado fin de semana por «unas 40 llamadas» que recibieron esa un breve intervalo de tiempo, entre las que se incluía una intervención con una detención por agresión. «Se dio prioridad a las llamadas que requerían de atención por ser más graves», subrayan. «Puede que tengan razón, pero tienen que comprender que se atiende según gravedad».

La patrulla que acudió al pub Ruta 66 contabilizó 16 personas en el exterior que «accedieron a entrar en el establecimiento y no quedó nadie fuera» en el momento en el que los agentes acudieron a la primera llamada.

La sección sindical de los agentes de la Policía Local reclaman al Ayuntamiento de León la revisión de la doble licencia con la que cuenta el local y que permite abrir «demasiadas horas» a lo largo del día.

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