Silencio, luto y aplausos en el último pleno de la Diputación de León

Silencio roto por los aplausos en la apertura en medio de una enorme sensación de solemnidad y pesar en el salón.

Con su ausencia en la memoria los diputados provinciales se han sumado a un pleno con aire de despedida. La nueva composición tras las elecciones del pasado 28M dejan bajas confirmadas, como la de la diputada por Ciudadanos Gemma Villarroel, entre otras ausencias (varios diputados socialistas y populares ya han confirmado el fin de su carrera política en el Palacio de los Guzmanes) y abre la puerta a un nuevo equipo de gobierno.

La nueva cita electoral deja mayoría para el PP (11 diputados) con el PSOE a un único diputado y el valor al alza de la UPL, ahora con tres diputados provinciales, dejando a la representación de VOX en un plano irrelevante a efectos de representación efectiva.

El pleno, en lo ordinario, fue resuelto en asuntos de trámite que no precisaron de intervención alguna y que se sumaron uno tras otro, en su mayoría por modificaciones de Planes Provinciales y recursos a los mismos.

En el punto final el diputado Francisco Castañón (PP) ha recordado en su intervención que el mandato que ahora llega a su fin «ha quedado marcado por la pérdida de Matías Llorente. Trabajó de una forma honesta y con dedicación absoluta. Él tenía muy claro que lo más importante que había era mejorar los pueblos y trabajar por ellos. Le echamos de menos y queremos dejar claro nuestro respeto y gran dolor».

Mientras el diputado popular ha destacado la «empatía política» con el equipo de gobierno con reconocimiento al esfuerzo en común y agradecimiento a los trabajadores de la institución.

Una sensación de dolor extendida y visible en las palabras de Gemma Villarroel. Visiblemente emocionada ha aprovechado la jornada «para despedirme». Entre lágrimas ha remarcado su adiós lamentando la pérdida de Matías Llorente y ha agradecido el trato recibido en la Diputación. «Han sido cuatro años apasionantes y me voy con la sensación de haber hecho mi trabajo. Lo he dado todo», ha asegurado.

Mientras el presidente de la institución, Eduardo Morán, ha remarcado la «enorme dificultad» de la legislatura por la pandemia y ha rememorado la figura de Matías Llorente. «Me voy con el aprendizaje que supone esta casa. Venir aquí es una escuela. Ha sido duro. Hemos perdido a una persona insustituible como Matías Llorente, un hombre que siempre tenía en su mente y en su corazón los pueblos de la provincia de León, y eso es algo que le ha hecho muy grande», ha asegurado. «Esa ha sido la parte más dura del mandato», ha remarcado visiblemente emocionado.

Todo ello antes de su último y tradicional mensaje a la conclusión de los plenos: «Se levanta la sesión».