Septiembre triplica las altas en gimnasios de León y la búsqueda de 'dietas milagro'

Llega septiembre, se acaba el verano y la rutina llama a la puerta. Atrás quedaron las vacaciones, el calor, la playa, la piscina y las fiestas con los amigos. La vuelta al cole y al trabajo lleva consigo otras cosas que también se retoman en este mes de septiembre, el mes que para muchos marca realmente el fin de un año y el comienzo de otro.

Una de esas actividades que se retoman en este mes es el gimnasio. El parón estival ha pasado factura y muchos quieren volver al estado físico previo al verano, por lo que deciden o bien apuntarse o bien volver a acudir asiduamente al centro deportivo. Casi hasta tres veces más de inscripciones reciben más los gimnasios leoneses en septiembre que en agosto.

Es el caso del gimnasio leonés Altafit, donde todos los años reciben un repunte de inscripciones en septiembre. Salvo enero y algunos años el black friday, esta época del año es la que más lleva a la gente a matricularse en un centro deportivo. «Los hábitos de consumo han cambiado, ahora hay mucha oferta y cada vez se incorporan más jóvenes, por eso hacemos muchas ofertas y publicidad en estos días», comenta Fidel, director del mencionado gimnasio.

La venta «en caliente», como él se refiere, genera una mayor deserción por aquello de que muchos de los que se apuntan como propósito de nuevo curso acaban por dejarlo, aunque incide en que «eso de que los gimnasios nos mantenemos gracias a las cuotas de los que no vienen es mentira porque al final dejan de pagar». Además, remarca que en su centro tienen hasta un 90% de asistencia de sus abonados y una vez finalizado el verano cuentan con «el doble o el triple de matrículas que el mes anterior».

En Anytime Fitness también perciben ese aumento, aunque este año no ha sido como otros anteriores debido a que ya han «consolidado» el «target» que querían. Eso sí, a raíz de la pandemia aumentaron las matriculaciones hasta un 20%.

La misma situación se vive en otros como Body Factory o EnForma, donde intuyen de manera clara y evidente una mayor afluencia de gente en septiembre en busca de incorporar este método a su rutina.

Sobre todo en el EnForma notan especialmente aquellos que hacen un parón en verano y lo retoman al acabar: «Ese es el problema real, la gente no asume que el ejercicio debe ser un hábito como el lavarse los dientes», comenta Arturo, dueño del mítico gimnasio. «Pasa parecido en enero, con la diferencia de que esa gente cree que puede conseguir la meta en tres o cuatro meses», señala.

Aún así, lamenta el modus operandi de algunos centros: «Te ponen una maquinaria y muchas veces sin saber cómo funciona ahí te dejan, y no hay más», se queja, sin contar cuando la única fuente de aprendizaje es «el youtuber de turno».

Apuntarse conlleva, a mayores, un esfuerzo extra: mejorar la alimentación. Es la clave para notar resultados y conseguir la meta final, que no es otra que la de tener una condición física sana. Igual que pasa en enero, pasa en septiembre. Verano y navidades son las dos épocas del año donde la gente suele relajarse más y se olvida temporalmente de la dieta, teniendo que recurrir después a otra diferente para bajar lo ganado en ese tiempo de placer. Aquí es donde entran las famosas «dietas milagro», aquellas que prometen el oro y el moro pero que, en realidad, «la mayoría son modas pasajeras no saludables».

Así las define Arturo. No se muestra en contra de las dietas, sólo rechaza aquellas que se basan en dejar de comer. «Una dieta real es un tipo concreto de alimentación específica durante un tiempo determinado en post de una meta determinada», comenta. Porque «hacer dieta con el objetivo de adelgazar para un momento determinado no es la solución porque son caminos cortos con metas a corto plazo, y esa no es nuestra intención». De hecho, «la verdadera solución es comer bien para estar sanos».

Al su modo de ver, el 90% de la población «no come bien» y «necesita una reeducación alimentaria». La teoría es fácil: hay que adquirir una serie de hábitos nutricionales necesarios y distribuirlos a lo largo del día, pero siempre teniendo en cuenta «que la comida más importante es el desayuno», recuerda, aunque «no hay que obviar el resto».

Comer bien no es lo mismo que comer poco. Todo lo contrario. Comer bien es «ingerir en cada comida la cantidad de nutrientes, proteínas e hidratos». Además de los nutrientes, la proteína es vital: «Es lo que regenera la piel, el pelo, los órganos internos y el sistema inmunológico, además de rentabilizar el deporte que se hace», sentencia.

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