El secreto de un edificio a caballo entre dos épocas

Un edificio que cabalga entre la arquitectura moderna que comenzaba a erigirse en los años 50 y la tradición clásica que recuerda a aquella España imperial de los siglos XVI y XVII. El ambulatorio Hermanos Larrucea es uno de esos edificios integrados en el día a día de los leoneses.

Más conocido como el centro de salud de La Condesa, este edificio levantado en 1952 es un ejemplo de la arquitectura de la época, una década la de los 50 marcada por la dictadura franquista que no se despoja de forma integral de los aditamentos academicistas pero que se abre a un nuevo lenguaje más funcional y simplificado.

Así lo explica el historiador y divulgador leonés Javier Caballero en la comunicación que forma parte de un congreso convocado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Navarra que tenía como objetivo analizar la arquitectura para la salud y el descanso levantada en España entre los años 1914 y 1975.

Un edificio, el de Hermanos Larrucea, que pronto llamó la atención de Caballero al encajar en tipología y tiempo. «Tiene dos vertientes: por un lado una moderna, con una fachada que da la sensación de levitar; y por otro una parte superior clásica que recuerda a El Escorial».

Se convierte así en uno de los primeros edificios referentes de la arquitectura sanitaria de vanguardia en León capital, con una «condición dual» que cabalga entre dos estilos.

Marcide Odriozola fue el encargado de poner en marcha este proyecto. Uno de los arquitectos más reputados de la época y responsable del Instituto Nacional de Previsión que tuvo gran importancia durante el franquismo, cuando levantó, entre otros, edificios sanitarios en Ferrol o Palma de Mallorca.

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