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A. CUBILLAS
Domingo, 31 de diciembre 2017, 13:54
El 2017 ha sido un año de cambios, de renovación en León. En el ámbito político, sindical, judicial y empresarial. PP, PSOE y UPL han abierto una nueva etapa con nuevos rostros al frente de las siglas al igual que en UGT y CCOO así ... como en la Cámara de Comercio, en el Colegio de Abogados y en la Fiscalía de León.
Juan Martínez Majo asumía el 10 de junio las riendas del PP leonés poniendo fin a la situación de interinidad generada tras el asesinato de Isabel Carrasco el 12 de mayo del 2014. Lo hacía con el compromiso de la unidad, el trabajo en conjunto y un sentimiento de rearme interno para afrontar los 'retos de futuro' que marcarán el camino en el seno del Partido Popular.
Y bajo este paraguas se desarrolló el XIV Congreso Provincial en el que el presidente de la Diputación recibió el refrendo del 91,74% de los compromisarios. De esta forma, se abría una nueva etapa en el PP que busca terminar con las guerras internas, divisiones y la sensación de enfrentamientos entre quienes conviven bajo las mismas siglas. Y así se materializó en la cumbre de Valladolid en la que las heridas abiertas se cosieron.
En ella, se citaron a los que de un modo u otro representaban lo que en el propio seno de la formación popular se dio en llamar entonces las «diferentes sensibilidades». El objetivo, evitar las primarias. Un encuentro del emergió con firmeza la figura de Juan Martínez Majo para tomar las riendas del PP provincia.
Su elección supuso una renovación de la 'casa popular'. Por su parte, el abogado y exconcejal del Ayuntamiento de León, Ricardo Gavilanes, el segundo hombre que optaba a presidir el PP leonés tras lograr reunir más avales que el actual presidente de la Diputación de León, asumía el cargo de portavoz de la formación y la vicesecretaría del área municipal.
De esta forma, el PP salvaba el principal escollo: la negativa de Majo a integrar a Gavilanes como ‘número 3’ al formar parte de la corriente más cercana al ‘carraquismo’, habiendo sido concejal del Ayuntamiento de León en la etapa de Emilio Gutiérrez, el candidato de Isabel Carrasco.
Un proceso interno en el que también resonó el nombre de Antonio Silván. Tras su derrota frente a Alfonso Fernández Mañueco para presidir el partido a nivel autonómico, el alcalde de León se postulaba como un candidato para asumir las riendas del PP leonés. Sin embargo, desde el propio partido se apostaba por dejar al hoy alcalde de León en un segundo plano por no ser la persona de “consenso” que precisan los populares.
Los dos sindicatos, altavoz de los trabajadores de León, abrían en 2017 una nueva etapa marcada por la renovación de su dirección. Ambos con apenas un mes de diferencia. Enrique Reguero cogía las riendas de UGT y ponía fin a la situación de interinidad generada desde que terminarse la dirección de Manuel Mayo diez meses atrás.
Una nueva etapa que Reguero asumía apostando por recuperar la fuerza del sindicato en un momento difícil, remarcando la necesidad de coordinar a todas las federaciones para poder desarrollar “un buen trabajo” e incidiendo en la necesidad de estar al lado de los trabajadores, “en los tajos”.
Un mes después, Xosepe Vega recogía el testigo de Ignacio Fernández y abría una nueva etapa en CCOO tras lograr el apoyo mayoritario de la afiliación. Su premisa, que el leonés sea protagonista de su futuro y obligar al cambio y a la construcción económica de la provincia.
Y para ello, ponía al servicio de la sociedad leonesa un renovado pero experimentado sindicato, que estará en la calle alejado del discurso de la desilusión “porque sólo genera desilusión” y animando a los leoneses a ser los protagonismos del cambio político y social. Porque, a su juicio, el futuro de León no se puede dejar en manos de la “sonrisa de un político”.
En noviembre, Javier Alfonso Cendón cogió el testigo de su ‘padrino’ Celestino Rodríguez al frente del PSOE de León tras imponerse en primarias a José Antonio Diez, primero, y revalidar su victoria ante Diego Moreno.
Un proceso muy ajustado que sirvió para escenificar la brecha del socialismo leonés y que dio paso a una nueva etapa en el PSOE marcada, inicialmente, por una línea continuista en la que el nuevo secretario general tendrá el reto de coser a un partido fragmentado en los últimos años.
Y, consciente de ello, lanza un mensaje a la unidad y al fin de las luchas internas, tendiendo la mano a sus candidatos para crear un proyecto socialista que integre todas las sensibilidades del partido, asumido como un compromiso que cumplir.
Luis Mariano Santos tomó el relevo de Eduardo López Sendino al frente de Unión del Pueblo Leonés, tras cuatro años de «tranquilidad y pacificación» que han dejado atrás el comportamiento de convulsión que tradicionalmente residía en el partido.
El concejal del Ayuntamiento de León cedía su puesto como entrenador para jugar como vicesecretario consciente de que Santos era la mejor opción para la UPL en un momento en el que cada vez son más los leoneses que son conscientes de que la “la auténtica ruina de la Región Leonesa es pertenecer a la Comunidad de Castilla y León”.
Una nueva etapa en la que Santos buscará profundizar en la unión del leonesismo, que le llevará a buscar confluencias y coaliciones en torno a un único proyecto político, y que mantendrá como eje la lucha por sacar a León, Zamora y Salamanca de la cola del país en el plano social, económico y de empleo.
El relevo interno en el seno de la Cámara de Comercio de León tomó forma en julio con el adiós de Manuel Lamelas al frente de la institución tras 15 años en la presidencia.
A sus 82 años el ya expresidente ya venía insistiendo en los últimos meses en la necesidad de «entregar el testigo» para favorecer los cambios que se avecinan en la Cámara de Comercio de León y que pasan por la modernización y consolidación tras un periodo de ajuste que ha llevado a recortar presupuesto por la caída en aportaciones directas.
Finalmente el testigo fue entregado a Javier Vega que asumía su cargo con el esfuerzo de impulsar el desarrollo de León.
Un 'cambio generacional' en el seno de la Cámara de Comercio de León que coincidió en el tiempo con la entrada en el plenario de la misma de nuevos empresarios de la provincia. Antonio Vázquez y Pedro Luengo se suman ahora a un órgano que afrontará con el inicio del nuevo curso nuevos retos sociales y empresariales.
Con la solemnidad que requiere un acto de esta envergadura y con la alegría de la fiesta patronal y el nuevo paso del Ilustre Colegio Provincial de Abogados de León se celebró el relevo al frente de esta institución. Fernando Rodríguez Santocildes tomó el testigo de José Luis Gorgojo como nuevo decano con el «orgullo y honor» de representar a los 1.800 abogados que hay en León.
El decano saliente manifestaba su confianza en el nuevo rumbo que toma el colegio a la par que le pedía a su sucesor «que siga trabajando como hasta ahora» porque es una persona que reúne los dos requisitos más importantes: «Es buen profesional y una gran persona». Por todo ello, el hasta hoy decano, ve la nostalgia de abandonar el cargo «dulcificada y mitigada» por las ganas de hacer y trabajar que tiene su sucesor.
La dilata carrera de Santocildes, unida a su experiencia, le permitía llegar hasta el puesto más importante de la profesión en la provincia. «Estoy agradecido por el apoyo y consideración que han tenido conmigo y con mis compañeros de candidatura», asegura en su toma de posesión, a la par que confía en “no defraudar las expectativas de compañeros y estar a la altura, por lo menos, de nuestro predecesor”.
El reto sobre la mesa no es menor pero la voluntad de volcarse en el cargo es total. María Isabel Morán fue nombrada a finales de noviembre nueva fiscal jefe de León en la Audiencia Provincial, en un acto solemne presidido por la fiscal superior de Castilla y León, Lourdes Rodríguez.
De esta forma María Isabel Morán toma el relevo de su antecesor en el cargo, Emilio Fernández, que meses atrás asumía el puesto de teniente Fiscal Jefe en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
«Quiero seguir mejorando, porque todo puede mejorarse», comentaba momentos antes del nombramiento.
Titular de la Fiscalía Provincial de Barcelona desde el año 2004, ingresó en la carrera fiscal en 1991 y anteriomente estuvo destinada en las fiscalías de Vigo, Avilés y Gijón. En Barcelona era fiscal decana de Violencia de Género y Protección de Víctimas desde el año 2008. Ahora afronta un reto en el que, entre otros temas, destaca la causa de los directivos de Caja España, cuestión en la que su antecesor trabajó activamente. Sea como fuere y preguntada por este asunto, Morán mantuvo la cautela. «Hasta el momento en que se toma posesión es muy difícil valorar nada, no quiero ser temeraria, pero no se retrasará ninguna causa por el cambio de fiscal jefe».
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