Sanitarios y sindicatos exigen formación para evitar sucesos como la muerte de una anciana en el Hospital de León al caer de la camilla

Un procedimiento ordinario pero que en esta ocasión terminó con la caída de la anciana de 101 años al suelo desde una altura superior a un metro, múltiples facturas y un deterioro posterior físico y cognitivo que, según el relato de la familia, derivó en su fallecimiento.

El suceso ha conllevado la intervención del Defensor del Paciente quien ha pedido la intervención de la Fiscalía en este caso con el fin de que se esclarezca lo sucedido y se tomen las medidas oportunas al respecto.

En el seno del Hospital de León, sin embargo, la situación generada va más allá. «Antes o después tenía que ocurrir alguna desgracia», se ha advertido en las últimas horas a leonoticias. El personal sanitario remarca que los celadores «no tienen la formación necesaria. Coger una camilla no es algo que se puede hacer sin formación, y aquí no se imparte».

Y se ponen ejemplos concretos: «El cambio de protocolo ha derivado en que ahora las camillas de las ambulancias no pueden acceder al hospital. Eso supone que se debe realizar el traslado del paciente con anterioridad y todo con la urgencia que cada situación requiere».

En el caso de la mujer fallecida «el traslado se realizó en el interior porque los camilleros de ambulancia pueden entrar a recoger pacientes para traslado, pero no así para dejarlos cuando se llega al área de urgencias. Pudo ser una desgracia, pero ¿Se pudo haber evitado?».

La pregunta lanzada al aire llega acompañada de algunas sospechas: «En los traslados de pacientes de una camilla  a otra se utiliza un 'rulo' y no sabemos si en este caso se utilizó. Lo que sí sabemos es que una mujer sufrió lesiones que nunca debería haber sufrido más allá de su edad. Que una persona centenaria caiga a plomo desde una altura de un metro supone lesiones mortales de necesidad».

La impresión de los sanitarios es idéntica a la expresada por la representación laboral. Lo asegura abiertamente Víctor Pérez, delegado sindical de USO y miembro de la Junta de Personal, quien incide en la necesidad «de la formación».

«Es algo que hemos reclamado de forma permanente. Coger una camilla no es cualquier cosa y no se puede mandar a una persona sin una mínima formación a realizar esas tareas o a colaborar en ellas. Exigimos formación para evitar sucesos que luego se tengan que lamentar», se remarca.

«En ningún caso prejuzgamos culpabilidad alguna de los compañeros. Valoramos la profesionalidad de todos los colectivos y de los celadores, en particular», se ha remarcado por parte de Víctor Pérez.

En todo caso, también se ha matizado, «la única intención es mostrar nuestro malestar con el contrato de las ambulancias e insistir en la histórica reivindicación de la necesidad de la creación de un ciclo formativo de grado medio».

Otras fuentes sindicales, que han preferido no ser citadas, han remarcado que el incidente de la mujer centenaria «no es un caso aislado. No es el primer caso ni es el último en el que el celador toca accidentalmente el mecanismo de la camilla de la ambulancia y ésta se desploma al suelo. Afortunadamente el paciente no ha llegado a caer al suelo al estar atado, pero el golpe ya ha sido importante».

Otro suceso similar al de la mujer fallecida, también se ha advertido, tuvo lugar el pasado fin de semana. En ese caso fue un paciente de mediana edad y el golpe fue mucho más leve. «Eso demuestra que fallamos en procedimientos muy básicos», se ha remarcado.

De ahí, se insiste y se denuncia, la urgencia de acometer procesos formativos y poner especial hincapié en la obligación de ser cuidadosos en «todo aquello que suponga actuar con un paciente incluso en los procedimientos más básicos».