Los sanitarios se enfrentan a la cuarta ola con una sensación de 'déjà vu' y la esperanza en la vacuna

«Sabemos que ya está aquí y nos estamos preparando, pero esperamos que no sea tan devastadora como la anterior gracias a la vacunación de las personas de riesgo», señala el delegado de CSIF en León, Rubén Martínez.

Y es que ese es, precisamente, el factor diferenciador de este nuevo episodio en la pandemia: la vacuna. Si se cumple lo esperado, los contagios irán aumentando las próximas semanas como indican los datos y el índice de reproducción que ya está por encima del 1, pero los ingresos tanto en planta como en UCI serán mucho menores porque las personas con el perfil más habitual que ingresaban ya están vacunadas.

«Intento ser positivo y pensar que el aumento de casos no repercutirá necesariamente en el número de ingresos», sentencia Martínez, que comenta que la situación en el Hospital de León, al menos de momento, es de relativa calma, aunque «no hay que bajar la guardia».

Un mensaje que se sigue repitiendo hasta la saciedad pero que «será clave para salvar vidas». «Hasta que no estemos todos vacunados esto no se acaba», asegura María Pilar Castro, secretaria provincial del Sindicato de Técnicos de Enfermería, que hace un llamamiento a la «responsabilidad» y a «pensar en los sanitarios y los enfermos que se nos cae el alma a los pies cuando vemos fiestas ilegales y gente incumpliendo las normas».

Mismo mensaje trasmite Rubén Martínez, que pide seguir extremando las precauciones en estos días de Semana Santa.«No podemos relajarnos, ya queda muy poco para que comience la vacunación masiva, estamos a las puertas de ver imágenes como las de Gibraltar o Israel, solo necesitamos seguir cumpliendo las medidas, apretar un poco más y no relajarnos para conseguir llegar todos cuanto antes a la tranquilidad».