Imagen de archivo de Samantha Hudson.

Samantha Hudson recuerda León: «La tristeza también forma parte de la Navidad»

La artista, nacida en la provincia, reflexiona sobre la nostalgia de las fiestas y la huella de sus raíces familiares

Martes, 10 de diciembre 2024, 08:12

La cantante y performer a sus 25 años, ha consolidado su lugar como icono pop en España, pero no olvida sus orígenes en León, donde pasó muchas de sus navidades en familia. En una entrevista concedida a El País, Hudson recuerda con emoción y melancolía las reuniones familiares que marcaron su infancia y reflexiona sobre cómo las fiestas navideñas adquieren un significado diferente con el tiempo.

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«Siempre he pasado estas fiestas en León», asegura en la entrevista. «La Navidad es algo que me pone un poco triste a veces. Vas perdiendo familiares queridos, todo se dispersa y ya no se junta toda la familia durante tanto tiempo. Pero he aprendido que se puede estar triste sin sufrir, que puedes sentir nostalgia de un tiempo que no vas a recuperar sin que te consuma».

Hudson también subraya cómo las fiestas, vistas desde la adultez, dejan de ser únicamente momentos de ilusión infantil para transformarse en un espacio de emociones más profundas. «Ya no es esa ilusión de una niña abriendo regalos: lo ves desde un prisma adulto, con una visión más reflexiva.

Los nuevos tiempos

La Navidad no es solo guirnaldas y Papá Noel, sino también sentimientos complejos. Hay un punto nostálgico, pero eso no significa que no lo disfrute».

La artista recuerda con especial cariño a su abuela, fallecida hace una década, cuya muerte coincidió con un momento de transformación personal. «Inconscientemente, cuando me travestí por primera vez, estaba interpretándola a ella», confiesa, refiriéndose a aquella etapa en la que, siendo estudiante en Mallorca, comenzó a explorar su creatividad y su identidad.

Para Samantha Hudson, la Navidad sigue siendo un reflejo de sus raíces leonesas, aunque adaptada al presente. «Es natural aprender que las cosas cambian, para no perseguir fantasmas del pasado. Puede que no haya tantas risas ni largas sobremesas como antes, pero todo tiene su belleza».

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