Salchicha con alfileres. I.D.J.

Las salchichas envenenadas o con alfileres vuelven a aparecer en los pipicanes de León

Los vecinos denuncian que estos espacios han dejado de ser un «lugar seguro» para las mascotas

Viernes, 6 de diciembre 2024, 09:22

En la ciudad de León, los propietarios de perros se enfrentan de nuevo a una alarmante realidad respecto a los espacios públicos destinados al esparcimiento de sus mascotas. Irene de Juan, vecina de Eras de Renueva, comparte su experiencia sobre el Pipicán situado frente al Centro de Deporte y Ocio de Supera, un lugar que, según denuncia, se encuentra en un estado de abandono total.

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«Lo que hay son árboles de pinos donde anidan las procesionarias. Si un perro come una de estas orugas, puede morir. Además, no hay luces ni fuentes, el espacio no está cuidado, todas las puertas están rotas, la valla también, y los perros se escapan constantemente», lamenta. Esta falta de mantenimiento pone en riesgo no solo la seguridad de los animales, sino también la tranquilidad de sus dueños.

Estado del Pipican de Eras de Renueva. I.D.J.

Pero la situación es incluso peor en el pipican de la Palomera que aunque su espacio está más cuidado se enfrentan a un problema mucho más grave y recurrente. «Allí ya han muerto dos perritos. Los vecinos de la zona comenzaron a quejarse y ahora lo cierran a las 20:00, un horario que no tiene sentido. Si trabajas hasta esa hora, no puedes aprovechar el espacio para pasear a tu perro», explica Irene. Además, asegura estar alarmada por un problema aún más grave: «Tiran salchichas con alfileres o con bolitas de veneno para ratas. Si un perro se come varias, puede morir. Lo peor es que, aunque estés pendiente, es muy difícil evitarlo». Un problema que ya pasó con anterioridad en el parque Nocedo en los meses de abril y octubre.

La falta de seguridad en los pipicanes y la aparente inacción de las autoridades agravan la situación. «He estado llamando al Ayuntamiento y no me han cogido el teléfono ni una sola vez. Ni siquiera parece que les importe», comenta Irene, visiblemente frustrada. Aunque reconoce que es normal que no todos simpatizan con los perros, insiste en que es necesario tener respeto y conciencia: «Los perros también merecen un lugar seguro».

Irene asegura estar asustada por los vecinos que no quieren esos espacios cerca de sus casas y que no solo tienden estas trampas para perros sino que, incluso, increpan a los dueños de los perros por estar utilizando estos espacios.

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Los riesgos no solo provienen de los problemas estructurales, Irene relata una experiencia reciente: «Fui a pasear a mi perra y estaba allí dos chicas sin perro que dejaron la puerta abierta. Los perros se escaparon y, al otro lado, hay una carretera. Puede ocurrir un atropello o incluso causar un accidente».

Además, la falta de medidas de prevención adecuadas también afecta a los perros. «Ahora hay unas obras cercanas al pipicán. Colocaron cintas para prevenir accidentes con humanos, pero los perros no entienden estas señales y puede ser muy peligroso para ellos», advierte.

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Carteles de zona de trabajo. I.D.J.

La realidad es que la población de perros ha crecido significativamente en los últimos años, lo que hace más urgente una mejora en las infraestructuras dedicadas a ellos. «Hay casi más perros que niños y, desde luego, más perros que nunca», concluye Irene. Su llamado es claro: un espacio seguro, cuidado y adaptado para que los dueños de mascotas puedan disfrutar de su tiempo al aire libre sin miedo a accidentes o tragedias.

Los dueños de perros de León y usuarios habituales de los pipicanes siguen reuniendo firmas para elevar sus quejas y conseguir que estos espacios vuelvan a ser seguros para sus mascotas.

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