Ha tenido que pasar medio siglo para que los vecinos del Espolón vean cómo las promesas de los diferentes equipos de gobierno del Ayuntamiento empiezan a ser una realidad. La ronda interior comienza a coger forma tras la demolición total de los edificios asentados por donde se proyectó que pasase la carretera.
Publicidad
«Espero que sea beneficioso porque llevamos 50 años esperando», comenta aliviado Antonio Oblanca. Toda obra nueva suele repercutir favorablemente en la revalorización de los pisos de su alrededor, como ha ocurrido en este mismo caso: «Todos los pisos de esta calle se han revalorizado mucho, además es muy bueno para León», comenta Antonio Oblanca, que confiesa que antes «no había forma de circular» por la zona.
El principal motivo de la realización de la ronda interior es el de descongestionar el tráfico que se acumulaba en la rotonda del Espolón, algo que Senén Láiz, otro vecino del barrio, ve con buenos ojos: «No deja de ser una buena obra que beneficiará a todos los que vivimos aquí». Y es que la remodelación ha sido motivo de queja y denuncia de asociaciones como la de La Palomera, que estaba «metida en el baile» con el Ayuntamiento, pero éste siempre «ponía muchas excusas».
El Espolón es uno de los barrios más míticos de la ciudad leonesa. Su cercanía al Romántico le centraba como una zona de paso de muchos leoneses que ya se habían acostumbrado a ver las casas ya derrumbadas de la calle Fernando I, pero que antes estaban en un estado «de cochambre»: «Esto supongo que mejore el barrio», reconoce Delfín Viñuela, que explica que se «extraña» de no ver las casas «porque de golpe se te abre un hueco» que antes no existía. Manzana urbanizada y utilizada parte de ella como un aparcamiento, fue el pasado martes 12 de noviembre cuando cayó el último edificio en pie, que por cuestiones burocráticas se había pospuesto su derrumbe.
«Es una obra que tenía que estar terminada hace tiempo» y que es «necesaria» para el barrio, comenta Viñuela. «Ahora nos meterán ese follón de tráfico por la calle, pero era algo necesario», añade. Y es que ese es el sentir general del vecindario: la ronda interior era más que necesaria para oxigenar la zona, que agrupaba a decenas de coches en pocos minutos. Una reforma vial de la que Mari Mar Crespo, dueña de un bar en la misma calle, espera salir beneficiada: «Monté el bar en julio, así que no sé cómo me repercutirá económicamente, pero espero que bien». «Esto parece raro, lo ves tan expandido y tan grande que te sientes triste porque has conocido todas estas casas durante años, pero estoy muy contenta porque si es una mejora para León pues fenomenal», dice con actitud esperanzadora y positiva.
Publicidad
«Va a quedar perfecto», continúa Marimar, que confía en el buen hacer del proyecto tras comprobar que su nueva acera, que le permite ahora poner una terraza y que antes no por cuestiones de amplitud, ha quedado en buenas condiciones. «Después de cómo han dejado la acera yo lo visualizo y quedará genial», aunque no descarta problemas en la parte trasera: «Habrá problemillas porque como metas todos esos vehículos en las pequeñas calles que hay por esta zona... veremos a ver qué pasa», señala.
Es un cambio drástico a nivel estético y son muchos los curiosos que en su paseo se paran para echar un vistazo a las obras y recordando lo que esa zona era hace meses. Vemos grupos comentando las obras y valorando qué resultado traerá a la ciudad la nueva y codiciada ronda interior. Uno de esos curiosos era Alejandro Martín, que se había acercado al Espolón precisamente para «hacerme una idea de cómo es». «Lo vi tantas veces en el periódico que no se ni por dónde viene esta ronda», advertía, a la vez que confirmaba la necesidad de la obra para descongestionar el tráfico. «Me ha sorprendido no ver los edificios, estaba acostumbrado a verlos y ahora iré por detrás para verlo, porque estoy un poco perdido, aunque va a quedar mejor que antes, de eso no hay duda».
Publicidad
La remodelación llega también a los niños que crecen en la barriada, que ven cómo, por fin, esas inacabables obras que coparon la zona durante mucho tiempo al lugar son ya una realidad: «Mi nieto va a Maristas y está todo contento porque ahora desde su casa ve el Espolón y su madre le puede ver cuando va al colegio», explica Sara Castro, que junto a Joita González reconocían que «ya era hora» de que se realizase la ronda.
Entre sonrisas de alivio, comentarios positivos y la sorpresa de descubrir la bonita fachada de alguno de los bloques, opacada antes por los ya demolidos, la ronda interior leonesa cuenta, y ya de manera definitiva, los meses para ser toda una realidad.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.