La Ribera cierra su barra: «Aunque pagues más la gente no quiere trabajar»

El icónico bar La Ribera, un referente de la hostelería leonesa durante 34 años, ha decidido un cambio significativo en su oferta. José Roberto de la Fuente Rodríguez, propietario del establecimiento, ha anunciado que dejarán de servir tapas y el cierre de la barra, enfocándose exclusivamente en la elaboración y servicio de raciones. La decisión responde a la creciente dificultad para encontrar un equipo de trabajo adecuado.

En declaraciones a este medio, José Roberto explicó que la reducción en el número de personal ha llevado a esta medida: «Somos solo mi mujer, mi hijo y mi sobrino. La gente no quiere trabajar muchas horas porque se ven como agobiados, entonces estamos mi mujer y yo aquí aguantando y tirando». Según el propietario, el servicio de tapas «requería más horas y esfuerzo», ya que implicaba atender a los clientes con múltiples desplazamientos y preparar una variedad de aperitivos.

El cambio no ha sido bien recibido por todos los clientes. «A mucha gente le ha sentado muy mal que quitemos las tapas y el servicio de barra», comentó José Roberto. La eliminación de tapas ha provocado una disminución en la afluencia de clientes habituales que «solían disfrutar de una o dos copas de vino diarias en el bar». Antes, al pedir una consumición, se ofrecía de tapas opciones como: patatas fritas, champiñones, orejas, albóndigas, pero ahora el bar solo ofrece raciones.

El propietario admitió que, la situación laboral ha sido un factor crucial en la decisión. «Aunque pagues más, la gente no quiere trabajar porque se ven agobiados y quieren solamente vivir la vida. No tienen afición por trabajar», señaló José Roberto. Además, mencionó que no tiene planes de reintroducir las tapas y el servicio en barra.

El nuevo enfoque en raciones implicará una mayor dedicación en la cocina, con la necesidad de estar pendiente de la preparación durante varias horas. «La cosa está un poco chunguilla. Las tapas van a seguir igual, lo que pasa es que no es el mismo toque. Ahora de las raciones hay que estar pendiente de la olla cuatro horas para que queden bien cocidas esas orejas y challos», concluyó.

El bar La Ribera continúa adaptándose a las circunstancias actuales mientras mantiene su compromiso con la calidad de su oferta gastronómica.

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