El reto de dejar de fumar en León: el 65% lo logran con un «eficaz» programa

La Asociación Española Contra el Cáncer ofrece en León un curso gratuito de apoyo psicológico para personas que desean dejar de fumar.

Este programa consiste en seis sesiones grupales semanales, de aproximadamente una hora y media cada una, dirigidas por un psicólogo y una médico de familia. Las sesiones proporcionan pautas para desvincular el hábito del tabaco de actividades rutinarias, como fumar el primer cigarrillo al despertarse o después de comer. Para acudir sólo hay que llamar al número de teléfono 987 271 634 o mandar un correo a leon@contraelcancer.es, ellos te propondrán días y tú deberás acudir a Avenida Gran Via de San Marcos Nº6-Bajo.

Con una efectividad del 65%, «es el método más exitoso a nivel nacional», según confirma la asociación, con seguimiento a uno, tres y seis meses. Los grupos, de 15 personas aproximadamente, suelen incluir mayormente a mujeres (60%) y a personas de entre 45 y 65 años. Los jóvenes en cambio no suelen participar voluntariamente hasta que perciben los daños del tabaco a una edad más avanzada.

Después de seis meses, se pierde el contacto con los participantes, por lo que el índice de recaída no se puede registrar.

El principal objetivo de la asociación es concienciar a la población sobre los graves peligros del tabaco, destacando que es una de las principales causas de cáncer, no solo de pulmón, donde entre el 80-90% de los casos están relacionados con el consumo directo o la exposición al humo del tabaco, sino también de otros tipos de cáncer como el de vejiga, laringe, lengua y esófago. La asociación subraya que «el tabaco es la primera causa de cáncer prevenible tanto en España como a nivel mundial». El programa no cuenta con variantes específicas para diferentes géneros o edades; sin embargo, se personaliza según la experiencia individual de cada participante.

En cuanto a la afluencia de participantes, el número se mantiene bastante estable a lo largo del año, ya que los cursos se ofrecen de manera continua. Sin embargo, suele haber un ligero aumento a principios de año, cuando muchas personas se proponen dejar de fumar como parte de sus resoluciones de Año Nuevo, aunque este incremento no es muy significativo.

Un aspecto crucial del programa es quitar la creencia de que desde la primera sesión se les dirá a los pacientes «deja de fumar y ya». El proceso es gradual, lo que evita un choque brusco para los participantes. Además, hay personas que asisten no solo por deseo de dejar de fumar, sino por necesidad médica. En estos casos, el médico se involucra más profundamente para abordar sus necesidades específicas.

En caso de que el programa de deshabituación tabáquica no funcione en el paciente y la médica de la asociación considerase la opción del uso de fármacos específicos, estos serían recetados. Los dos principales fármacos que se utilizaban eran bupropión y vareniclina, también conocida por su nombre comercial «Champix», pero ambos se encuentra eliminados del mercado español de manera indefinida por la AEMPS (Agencia Española del Medicamento).

La terapia sustitutiva con nicotina es otro tratamiento muy utilizado. Esta incluye productos como parches, chicles, pastillas y aerosoles nasales que liberan nicotina en el cuerpo de manera controlada para disminuir gradualmente la dependencia con un periodo de duración de dos a tres meses.

Otros medicamentos que pueden ayudar son la clonidina, tradicionalmente utilizada para tratar la hipertensión arterial. La nortriptilina, un antidepresivo que se inicia entre 10 a 28 dias antes de dejar de fumar. La citisina, similar en su acción a la vareniclina, reduce la sensación de gratificación y los síntomas de abstinencia, sin embargo, su uso está contraindicado en pacientes con diversas patologías cardíacas. Y por último la estimulación magnética transcraneal, una estrategia novedosa con una intervención fisiológica no invasiva que utiliza campos magnéticos para estimular la actividad de las células nerviosas en áreas específicas del cerebro.

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