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Los hoteles de la capital leonesa han recibido un pequeño soplo de alivio con el fin del cierre perimetral y las reservas comienzan a recuperar también algo de movilidad. Tras meses de cierre por falta de actividad u ocupaciones en los que los fines de ... semana no se llegaba ni al 3%, los alojamientos afrontan a partir del viernes cifras de reservas de en torno al «60 y 70% de las habitaciones», según explica Manuel García, presidente de la Unión hotelera de León.
Siguiendo con esas cifras, el incremento experimentado está en líneas generales en torno al 40%, tal y como reseña García, que también es director de los hoteles Alfonso V y del emblemático Conde Luna, que seguirá cerrado «a la expectativa de la evolución para plantearnos su reapertura».
La situación comenzó a mejorar al final de la semana pasada, con el levantamiento del estado de alarma y el consiguiente fin del cierre perimetral, lo que animó a la movilidad y a recuperar algo de terreno perdido en el ocio. Así lo comprueba ya en su hotel Alfonso Lara, director del Hotel Tryp, que se muestra positivo con la situación, «estamos mejor que antes», pero que tampoco quiere construir castillos en el aire porque la recuperación es «lenta y va poco a poco».
Lo que sí percibe Lara es todavía cierto recelo a la hora de reservar y que se espera al último momento, ya que «estamos viendo que hay crecimientos del 15 y 20% en cuestión de 24 horas». Además, el perfil de los clientes que se mueven por ocio suele ser de ciudades grandes que vienen a disfrutar del fin de semana en una más pequeña.
Uno de los puntos negativos que esta suponiendo un «hándicap» es el mal tiempo y el cierre del interior de la hostelería. «Si miras la previsión y ves que va a hacer mal tiempo y encima no puedes entrar en el interior a cenar o tomar algo, eso echa mucho para atrás a los turistas», comenta el presidente de la Unión hotelera de León Manuel García.
Una situación que da alivio a un sector que se ha visto azotado de pleno por la pandemia, con una línea de pérdida económica constante y trabajadores en ERTE que solo vieron la luz durante la temporada estival. Ahora, un nuevo horizonte se abre para estos negocios, que miran al futuro con optimismo, pero con prudencia.
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