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Renfe estudia adoptar medidas legales contra un colegio de Cataluña responsable del grupo de 22 alumnos y dos monitores que ayer lunes viajaban en un tren de Larga Distancia y fueron obligados a apearse en la estación de Palencia «por el continuo escándalo y desorden público que estaban provocando en el interior del convoy», según explica la compañía ferroviaria.
El tren Barcelona-A Coruña se dirigía a la capital leonesa y durante el trayecto vivió varios episodios de desórdenes que finalmente obligaron al interventor a desalojar a los menores y a sus dos monitores del vagón.
«Este grupo de personas, que viajaba sin mascarilla y que durante todo el viaje ocasionó molestias e incomodó al resto de viajeros, recibió numerosas llamadas de atención por parte del interventor, quien también habló reiteradamente con los monitores para que recondujesen su incívico comportamiento», señala Renfe, quien además lamenta que, «los dos responsables del grupo hicieron caso omiso de las reiteradas advertencias y avisos».
Entre los desórdenes que relata la compañía ferroviaria en un comunicado se señala que la «inacción» de los monitores provocó que en Miranda de Ebro (Burgos) dos de los menores se bajaran del tren «sin ningún control ni supervisión y estuvieran a punto de quedarse en la estación».
A las 19:01 horas y ante la persistencia del comportamiento incívico del grupo de menores, el interventor decidió apearlos en la estación de Palencia. De inmediato, se personó personal de seguridad de Renfe, que dio aviso a la Policía Nacional. Allí acudió también el subdelegado del Gobierno, Ángel Domingo, quien junto a varios efectivos policiales acompañó a los colegiales y a sus responsables. «Dado que la incidencia afectaba a menores de edad, el Servicio de Atención al Viajero puso a su disposición un autobús exclusivo para el grupo, para que pudieran llegar a su destino, León», se señala desde Renfe.
Ángel Domingo señaló que el grupo de colegiales procedía de un centro educativo de Cataluña que viajaba a un pueblo de León para participar en un curso de inglés. «Eran chavales de entre 8 y 11 años, según indicaron los monitores; mi intervención fue de custodia, me avisaron y cuando llegué a la estación allí estaba Policía Nacional y personal de Renfe, que se movieron bastante rápido y pusieron un autobús para el traslado a León», apuntó.
Hace unos días, un juzgado de Madrid condenó a pagar a Renfe 7.676 euros, a razón de 697,82 euros por persona, a cada uno de los once jóvenes que celebraban una despedida de soltero a bordo de un AVE Madrid-Málaga el 6 de julio de 2018, por el retraso que causaron al negarse a abandonar el tren en la estación de Córdoba, después de comportarse de manera descontrolada en la cafetería del tren.
Ante el desalojo de los menores en la estación de Palencia, la compañía alega que sus servicios jurídicos están estudiando las medidas a adoptar ante «las molestias ocasionadas al resto de clientes, así como el retraso que se generó en el viaje y la contratación de un autobús exclusivo para el grupo».
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