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En el Partido Popular no hay una versión pública y oficial tras conocerse que su presidente en León, Javier Santiago Vélez, también participó en una trama para generar un voto conjunto con VOX a fin de favorecer su elección como senador en detrimento del ... número 1 de la lista, Antonio Silván, el pasado 10N.
El enorme calado de los WhatsApp entre el propio presidente y un entonces militante popular en Cistierna deja al descubierto unas actuaciones que han removido por completo las estructuras populares.
En esos WhatsApp Javier Santiago Vélez remarcaba las conexiones con VOX a través de su hoy diputado nacional, Pablo Calvo Liste, quien proporcionaba papeletas con el nombre de Pollán y a las que se sumaba la candidatura del PP con su número 2 a la cabeza.
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Esa forma de actuar, «grosera y que compromete los propios cimientos del Partido Popular», es la que este lunes ha hecho que tanto en PP autonómico como el nacional hayan recibido información de primera mano sobre lo sucedido.
Sin valoración oficial al respecto toman cuerpo las valoraciones extraoficiales. Fuentes internas del PP han remarcado a última hora de este lunes a leonoticias que lo sucedido es «muy difícil de explicar» al mismo tiempo que se ha apelado a los «tiempos de la política» para tomar medidas.
«Y los tiempos de la política no son los tiempos de la prensa. Está claro que Javi (Javier Santiago Vélez) está quemado a nivel político y ahora solo queda conocer cómo evolucionarán los acontecimientos hasta su relevo», han remarcado.
El caso de las afiliaciones irregulares
Las mismas fuentes han asegurado que la situación generada en León «ya está en Valladolid al más alto nivel» y con certeza «a Madrid». «Es imposible respaldar estas prácticas y a quien las ejecuta», se ha asegurado.
Mientras el PP autonómico y nacional avanza en el 'caso PP de León', un caso que llegará «hasta el final», entre los populares leoneses se ha impuesto un enorme mutismo propiciado desde su propia junta directiva. El actual presidente y dos miembros de su equipo llamaron personalmente la pasada semana a todos los miembros de ese órgano para silenciar el caso, cerrar filas, e instar a «no hacer ninguna declaración».
Unas palabras que solo han tenido respuesta en una parte de la dirección local. De forma paralela en las últimas horas se producían dos movimientos: una reunión de varios cargos para presentar la dimisión de forma conjunta y una recogida de firmas para trasladar un documento a la dirección autonómica y nacional instando a la misma a que se tomen medidas en este caso.
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