Imagen del momento de entrega en Las Cabezadas 2025.

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Imagen del momento de entrega en Las Cabezadas 2025.

Un reloj de arena y una conrobla sellan las Cabezadas más simbólicas en San Isidoro

El concejal de Hacienda entregó un reloj al Cabildo y un homenaje minero cerró el acto

Domingo, 27 de abril 2025, 14:20

La tradicional ceremonia de Las Cabezadas volvió a llenar de solemnidad y simbolismo el claustro de San Isidoro en León este último domingo de abril. Una cita centenaria donde, entre debate, tradición y gestos cargados de mensaje, se entregaron este año dos objetos muy especiales: un reloj de arena y una «histórica conrobla«, un convite que ofrece el comprador o el vendedor a los que intervienen en una venta.

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La ceremonia comenzó con la llegada del síndico municipal, el concejal de Hacienda y Promoción Económica Carmelo Alonso Sutil, acompañado de representantes del Ayuntamiento.

Como dicta la tradición, realizaron la ofrenda de un cirio de una arroba y dos hachas de cera al Cabildo de San Isidoro, abriendo así el clásico debate dialéctico entre el consistorio y la iglesia sobre si el acto es una ofrenda voluntaria o una obligación histórica.

Debate anual con el consistorio

El debate dialéctico de este año estuvo marcado por la cordialidad y la ironía. Carmelo Alonso insistió en varias ocasiones en la voluntariedad de la ofrenda, subrayando que el pueblo de León acude a San Isidoro por voluntad propia y no por imposición histórica. A su vez, Juan Jesús Fernández Corral, desde su papel como capitular, defendió la idea de la obligación como un acto de fidelidad a una promesa ancestral, no como una carga, sino como un honor que el pueblo de León mantiene vivo año tras año.

La ceremonia, además de ser un momento de tradición, es también un escaparate del sentido del humor. Las intervenciones, salpicadas de referencias históricas, guiños a la actualidad y agradecimientos mutuos, demostraron que, aunque las formas cambien, el espíritu de Las Cabezadas sigue siendo el mismo: recordar el pasado, honrar las raíces y reforzar los lazos de comunidad.

Ironías y pequeños ataques

A lo largo del intercambio dialéctico, no faltaron los momentos de ironía compartida entre el síndico municipal y el capitular. Carmelo Alonso bromeó al establecer dos reglas básicas para el debate: «no aburrir» y «no inventar historia», mientras que Fernández Corral añadió con humor una tercera: «rotar a la sombra y al sol», haciendo referencia a que siempre les tocaba el sol al Cabildo.

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También hubo alusiones a la falta de aparcamiento en la zona y a los «milagros» que permitirían llegar puntuales, recordando las habituales demoras. El vino y la «cuba» fueron otros protagonistas del cruce de palabras, en referencia al color sonrojado por el sol y las buenas tradiciones. Estos guiños y bromas ligeras, lejos de tensar el acto, reforzaron el tono amable de un debate que, año tras año, mantiene viva una de las tradiciones más queridas de la ciudad.

El reloj de arena: símbolo del paso del tiempo

En el transcurso de la discusión, el síndico entregó al canónigo representante del Cabildo, Juan Jesús Fernández Corral, un reloj de arena como símbolo del tiempo, de la reflexión y del valor de la memoria histórica. Un gesto que fue recibido con humor y afecto.

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El Cabildo agradeció el presente y, con un guiño a la «cabezonería leonesa», recordó la importancia de no olvidar las raíces y de construir «puentes, no muros», en palabras inspiradas en el Papa Francisco.

La conrobla: un homenaje a la lealtad minera

El momento más emotivo llegó al final del acto, cuando Fernández Corral regaló al concejal la conrobla, un símbolo tradicional de La Robla, localidad minera leonesa. La conrobla representa un apretón de manos entre paisanos, reflejo de la fidelidad a la palabra y del respeto mutuo.

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Con este gesto, se rindió homenaje a los mineros leoneses y a todos aquellos que han perdido la vida trabajando por su tierra. El Cabildo pidió un sentido aplauso en honor a su memoria y recordó que, más allá del debate formal, Las Cabezadas son, ante todo, un acto de gratitud y unión entre generaciones.

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