Borrar
Recreación de la imagen de Fernando II, rey de León.
El día que los reinos de León y de Castilla firmaron la paz... y duró dos meses

El día que los reinos de León y de Castilla firmaron la paz... y duró dos meses

Este miércoles se cumplen 863 años desde que el 23 de mayo de 1158 Fernando II de León y Sancho III de Castilla firmaran el 'Tratado de Sahagún' por la paz de ambos reinos | La muerte del segundo dejó la rúbrica en un documento histórico e inservible a efectos reales

Leonoticias

Sahagún

Miércoles, 23 de junio 2021

Fue el día en el que los reinos de León y de Castilla firmaron la paz... y apenas duró dos meses. Este miércoles se cumplen 863 años desde que el 23 de junio de 1158 Fernando II de León y Sancho III de Castilla firmaran el 'Tratado de Sahagún' por la paz de ambos reinos pero la muerte del segundo dejó la rúbrica en un documento histórico e inservible a efectos reales.

Según los términos del acuerdo, ambos firmantes consentían en darse ayuda mutua. Y no solo eso, si alguno de ellos moría sin descendencia, su reino sería ocupado por el superviviente y los territorios que en el futuro fueran conquistados a los musulmanes se repartirían entre ambos.

Todo ello, remarca el documento, perteneciendo al Reino de León desde Niebla hasta Lisboa, quedando el resto para el reino de Castilla.

Recreación histórica de Fernando II.

La muerte de Sancho III a finales de agosto del mismo año y su sucesión por Alfonso VIII, menor de edad, serían aprovechadas por Fernando II para extender sus dominios hacia territorio castellano, dejando sin efecto el tratado.

Sancho III, hacia la frontera leonesa

Fue en en la primavera del año 1158 cuando Sancho III movió su corte y ejército hacia la frontera leonesa, siguiendo la línea trazada por el Camino de Santiago, penetrando en territorio leonés.

Fernando II de León optó por la negociación antes que por el enfrentamiento armado con su hermano, por lo que ambos monarcas firmaron el conocido tratado de Sahagún ese 23 de mayo del año 1158, por el que se sentaron las bases de la pacificación y coordinación política futura entre ambos reinos.

Sancho III aceptó devolver a su hermano las tierras conquistadas en la frontera, pero a condición de que su tenencia fuera a parar a manos de los principales nobles leoneses procastellanos (Ponce de Cabrera, Ponce de Minerva y Osorio Martínez).

Recreación del escudo portado por Fernando II de León.
Imagen - Recreación del escudo portado por Fernando II de León.

Estos poderosos linajes leoneses se comprometieron a acudir en auxilio y servicio del rey castellano en caso de que Fernando II de León incumpliera el acuerdo pactado, o en su defecto, a devolver las tierras dadas a la corona castellana.

Sucesión

En dicho tratado también se dispuso, entre otras disposiciones más, la cuestión sucesoria de ambos reinos: si uno de los hermanos fallecía sin descendencia directa (hijos o nietos), el otro hermano heredaría de forma automática la corona del fallecido.

En el tratado se coordinó la actitud política a seguir de ambos reino con respecto a los demás estados peninsulares. Fernando II y Sancho III se comprometieron a prestarse ayuda mutua, salvo en lo referente a su tío materno, el príncipe de Aragón Ramón Berenguer IV, en cuya amistad confiaron ambos hermanos.

Por último, se repartieron los territorios y zonas de influencia que en un futuro se conquistase al Islam, de modo que Fernando II de León y sus descendientes obtendrían las prerrogativas y derechos de conquistas sobre Coria, Montánchez, Mérida, Badajoz, todo el actual Portugal, desde Lisboa hasta el Algarve, y todas la Baja Andalucía, incluyendo el Valle del Guadalquivir. El resto del territorio, hacia el este, quedó bajo ámbito castellano.

La muerte de Sancho III

El cumplimiento pleno de lo pactado habría significado la reducción a la nada de la independencia del reino de Portugal al estrangular su crecimiento territorial natural hacia el sur y englobándolo bajo el ámbito castellano y leonés, del que salió.

El ambicioso plan proyectado y planeado por Sancho III de Castilla y su hermano Fernando II de León no pudo llevarse a cabo debido a la repentina muerte de Sancho III de Castilla, en la ciudad de Toledo, el 31 de agosto del año 1158. Sancho III dejó como heredero a su hijo Alfonso VIII, de apenas dos años de edad, abriéndose así un período incierto de regencia en la corona de Castilla a cargo de Manrique de Lara, hasta que el infante cumplió los quince años de edad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias El día que los reinos de León y de Castilla firmaron la paz... y duró dos meses