Rebelión por el clima: una decena de leoneses se concentra por la falta de acción de empresas y gobierno

Atendiendo a la convocatoria internacional de movilizaciones, las plataformas climáticas de la provincia Juventud por el Clima, Familias por el Clima y 2020 Rebelión por el Clima León, se han dado cita con multitud de pancartas en la capital. Una concentración en la que han pedido respeto ante la pandemia y se han respetado las medidas de seguridad como la distancia social y el uso de mascarillas.

«En la lucha por la mitigación y adaptación a la crisis climática, ecológica y social desatada por nuestro modelo económico no caben más demoras ni discursos vacios», lamentaban en sus convocatorias.

Los congregados denuncia que desde el 2019 se lleva advirtiendo a la sociedad por parte de la comunidad científica sobre el problema climático. En un plazo de tan sólo 11 años se deben implementar las medidas necesarias «encaminadas a evitar los peores escenarios de la crisis climática».

Ante esta situación ni estados ni grandes empresas han tomado determinaciones y sólo adoptan discursos 'verdes' pero sin ningún tipo de acto. Los convocantes leones advertían esta semana sobre la situación actual en la que consideran que «aprovechando las inyecciones mil-millonarias dispuestas por el rescate europeo frente al coronavirus, que la sociedad habrá de pagar durante décadas, se está procediendo a apuntalar sectores económicos altamente contaminantes».

La concentración celebrada esta sábado en múltiples ciudades españolas llega con motivo del quinto aniversario de la adopción del Acuerdo de París. Las organizaciones integradas en Rebelión por el Clima (plataforma de la que forma parte Greenpeace) han llevado a cabo más de 50 acciones de desobediencia civil en 27 provincias de todo el país para denunciar a Gobiernos y empresas por su negligencia climática. Estas movilizaciones se suman a las que están teniendo lugar estos días en toda Europa.

Con pancartas en las que se leía, entre otros lemas, «Cinco años después seguimos luchando por el 1,5 ºC», grupos de activistas han derramado pintura negra simulando petróleo en las sedes de estas compañías, cuyos intentos de «lavarse de verde» (greenwashing) no son soluciones ante la emergencia climática, sino meras cortinas publicitarias que ocultan su incapacidad de alcanzar un modelo sostenible, denuncia Rebelión por el Clima.