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El tramo cortado a la altura del número nueve de la calle Herreros sigue vigente dado el estado del edificio que lo ha provocado tras un desprendimiento de parte de su fachada. Esta vía, parte del Camino de Santiago que cruza León, lleva más de una semana con el inmueble rodeado de vallas y precintos. Un vallado que ahora no cierra el paso y obliga a los viandantes a hacer un zigzag mientras que las cintas aparecen rotas.
Mientras hace días nadie cruzaba por allí, ahora son cientos las personas que a lo largo del día hacen uso de una zona en la que hay que mantener la precaución, ya que aún no se conoce qué actuaciones requiere el inmueble. El corte sí que es efectivo para el tráfico de vehículos porque las vallas si lo impiden.
El propietario del bar la Sacristía, Marcelino Escudero Zurrón, entiende la decisión inicial de los Bomberos del Ayuntamiento de León respecto a una casa que está pared con pared de su establecimiento: «Han valorado la situación y han vallado la calle, lo que a nivel personal entiendo que está bien hecho, pero la gente rompemos los precintos y movemos las vallas, y seguimos pasando. Cuando decida el ayuntamiento, los bomberos o quién sea, harán lo que tengan que hacer, pero de momento tampoco sabemos nada. Los vecinos tampoco tenemos porque saberlo, porque no nos compete, pero la burocracia es bastante lenta».
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Marcelino explica lo que, a su entender y el de otros vecinos, ha provocado el derrumbe parcial de la vivienda: «Hace dos años, los bomberos retiraron un canalón desprendido para evitar accidentes y la bajante ha ido inundando la pared. Se ha mojado la casa que es de adobe, madera y paja; y el inmueble, que lleva más de treinta años abandonado, se ha inundado y ha colapsado». El dueño del bar la Sacristía espera una solución rápida y recuerda el cierre de una calle perpendicular: «Menos mal que tenemos la calle Trastámara abierta porque si no, el corte de las dos a la vez hubiera sido fatal para el negocio».
Como otros vecinos, Anselmo se muestra «preocupado por el peligro que supone», y como presidente de su asociación espera que «dentro de un mes no esté así, que la calle debería estar transitable» aunque reconoce que «el Camino de Santiago tiene un nivel de protección máxima y la solución no se puede improvisar. Es una medida provisional y así lo entendemos».
El Ayuntamiento de León se mantiene a la espera «de la obra que tiene que realizar la propiedad del inmueble». Hasta que haya novedades al respecto, desde el consistorio leonés se remiten al comunicado enviado el día que se cortó el tráfico de la calle Herreros: «Se ha cortado el tránsito tanto peatonal como de vehículos hasta que se resuelvan las obras del edificio ubicado en el número 9 de esta vía».
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