Lo que nos quitó la pandemia

Un repaso por esos gestos, actos y costumbres que el coronavirus obligó a dejar de hacer

Nacho Barrio

León

Domingo, 14 de marzo 2021

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    Saludarse dando un beso, un abrazo o un apretón de manos

    Era un gesto tan habitual que nos pareció extraño al principio aquello de dar con el codo al otro. Algunos apostaron por llevarse la mano al corazón o hacer una reverencia, pero fueron gestos que no terminaron de calar. Golpear con el codo está muy lejos de aquellos besos que iniciaron relaciones, aquel apretón de manos que sellaba acuerdos o aquel abrazo a un amigo o familiar al que se echaba de menos. La pandemia, con las medidas sanitarias debajo del brazo, acabó con ello.

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    Viajar allá donde la imaginación alcanzaba

    Planificar pequeñas escapadas o visitas a familiares y amigos fue una idea que pronto borramos de nuestra agenda. El confinamiento primero y los cierres perimetrales después nos mantienen lejos de amigos y familiares que viven fuera y no solo eso. Nos impiden cumplir con esos pequeños (o grandes) viajes con los que desconectábamos de la rutina. Solo el verano permitió cierta apertura de fronteras que no tardaron en volverse a cerrar.

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    Salir de madrugada

    Quizá a muchos la pandemia les pilló de retirada, pero no son pocos los que han visto cortada su afición a cerrar los bares. Más allá del desfase, atrás quedan las noches memorables con los amigos en las que las horas pasan entre risas, anécdotas y fiesta. Las discotecas cerraron y su hechizo vive en el pasado.

  1. 4

    Congresos y reuniones

    En la agenda social era habitual la celebración de congresos. Ya fueran profesionales, políticos o sindicales, las citas anuales juntaban a grandes grupos de personas alrededor de unas siglas o un oficio. Aquello quedó atrás y espacios como el Auditorio Ciudad de León añoran aquellas mañanas intensas junto a sus noches de gala.

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    Conciertos, festivales y verbenas

    ¿Quién no ha vibrado en un concierto hasta el punto de ver pararse el tiempo? Una sensación que por ahora solo vive en las fotos y vídeos del móvil, aquellos que hicimos pensando que serían eternos. En el pasado vive aquello de sentarse en un césped, cantar a grito pelado o compartir una cerveza viendo al grupo de moda.

  1. 6

    Compartir

    Alguien dijo que de ésta saldríamos mejores y el que escribe tiene grandes dudas al respecto. Antes no era extraño compartir la tapa en el bar, la cerveza en el concierto antes citado o los churros en una fría tarde de invierno pasando por San Marcelo. Compartir comida no es algo recomendable en la pandemia y el sabor ahora es individual.

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    Celebrar un cumpleaños (como Dios manda)

    La videollamada ha sustiuido a las grandes mesas coronadas por la tarta y sus velas. Los convivientes trataron de emular lo que antes era un buen cumpleaños, pero la idea está lejos de parecerse a lo anterior. Volverá, como todo. Como los tirones de orejas, que igual se quedan en el pasado y no vuelven. Quién sabe.

  1. 8

    De estar 25 en la panadería o en el banco... A la fila

    Hemos normalizado con valentía las colas en fila india a las puertas de las tiendas, sucursales y oficinas. Es normal que no entren más de tres a la vez a la hora de comprar pan, generando una estampa que antes podría parecer más propia de Escandinavia. Ahora es obligado y ya no recordamos lo que era juntarse en la carnicería pidiendo la vez.

  1. 9

    Salir de casa sin mascarilla

    ¿Cuántas veces te ha tocado volver a casa al darte cuenta de que ibas sin mascarilla? A todos nos ha pasado más o menos veces. Parece inconcebible aparecer en la calle sin ella y no serán pocos los que nos llamen la atención. ¿Habrá llegado para quedarse, en esos momentos en los que estamos enfermos?

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